Retratos de un barrio de Tokio, protagonistas de la exposición en Pontevedra del fotógrafo japonés Hiroh Kikai
Por Redacción
La Sala X de la Facultad de Bellas Artes acoge desde este jueves la primera gran exposición individual fuera de su país natal del fotógrafo japonés Hiroh Kikai. En ella podremos contemplar su trabajo con el proyecto Retratos de Asakusa, iniciado en el año 1973 y que continúa en la actualidad, en el que retrata con su cámara a las personas que viven o pasan por este céntrico barrio de Tokio.
De todo ese trabajo surgieron cientos de retratos, de los que la comisaria japonesa Noriko Euku seleccionó medio centenar para dar forma a esta exposición, que hasta hace unos días se podía ver en el centro cultural Tabacalera de Madrid.
Terminada su etapa en la capital, surgió la posibilidad de traer a la Facultad de Bellas Artes esta muestra organizada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, lo que fue visto como "una oportunidad" por el coordinador de la Sala X, Ignacio Barcia, que incide en que se trata "de una exposición de mucha calidad".
Escenario principal de la actividad cultural de Tokio durante buena parte del siglo XX, Asakusa es también el distrito en el que se encuentra el turístico templo de Senso-Ji, lo que contribuye a definirlo como un "barrio con fuerte personalidad, diverso y vital", como reseña Barcia, que incide en lo "representativo" de la selección de fotografías realizada para acercar a España un proyecto en el que Kikai "lleva metido más de 30 años".
De hecho, en la muestra conviven fotografías realizadas en tres décadas diferentes, que, no obstante, mantienen una serie de señales de identidad. "El fondo es siempre el mismo, las paredes del templo y los retratados son los diferentes personajes que van pasando por allí", relata Barcia. En ellas trata de reflejar en imágenes la personalidad de un barrio definido por su diversidad y vitalidad.
"Lo que más llama la atención es que es muy respetuoso con las personas que fotografía, de tal forma que uno percibe la personalidad de cada uno, no hay ninguna impostura ni pretende forzar el punto de vista", añade al coordinador de la Sala X.
La muestra permanecerá en Pontevedra hasta el 20 de febrero.