Los gallegos hemos estado convocados a las urnas en este 2020 no una, sino dos veces. Eso sí, tan solo en la segunda hemos podido votar. La pandemia de la covid-19 retrasó a julio unas elecciones autonómicas previstas para abril. En ellas, arrasó de nuevo Alberto Núñez Feijóo.
El líder del PPdeG mantuvo su hegemonía en Galicia. Logró su cuarta mayoría absoluta, las mismas que logró Manuel Fraga en su día. Casi un 48% de los gallegos depositaron su confianza en él, demostrando de nuevo que a día de hoy no tiene rival.
Pero, sin duda, la gran sorpresa fue Ana Pontón. Fue quien de llevar al BNG a cotas históricas. Triplicó sus resultados de 2016 y alcanzó el mejor registro de su historia. Sus 19 diputados superaron los 18 logrados por Xosé Manuel Beiras en 1997. Su premio, liderar la oposición.
Los socialistas, con Gonzalo Caballero al frente, salvaron los muebles. Mantuvieron los 14 escaños logrados cuatro años antes. Eso sí, no evitaron quedarse como tercera fuerza en el Parlamento gallego. Gobernar en Madrid no les sirvió como revulsivo electoral.
En las elecciones celebradas el 12 de julio, Galicia dio la espalda a la izquierda rupturista. Ni Galicia en Común, la alianza entre Podemos, Esquerda Unida y Anova, ni Marea Galeguista, en donde siguieron las fuerzas municipalistas, lograron representación.
Más allá de los resultados, estos comicios gallegos estuvieron marcados, como no podía ser de otra manera, por la pandemia. Mascarillas, guantes y geles acompañaron a las tradicionales urnas y papeletas como herramientas imprescindibles y hubo más seguridad que nunca.
Fue también una campaña electoral atípica. Los partidos renunciaron a los grandes actos y optaron por acercarse a los ciudadanos a pie de calle, en lugares pequeños, sin aglomeraciones y respetando las distancias de seguridad. No quedaba otra.
A pesar de ello, la lucha por los votos de los pontevedreses dejó imágenes para el recuerdo.
Como a Pablo Casado y Mariano Rajoy arropando juntos a Alberto Núñez Feijóo en el escenario fetiche del PP, una plaza de toros que distó mucho de las grandes ocasiones.
Ana Pontón, que hizo de Pontevedra el eje de su campaña, optó por un formato más dinámico y cercano a los ciudadanos, en plena Praza da Ferrería. Los socialistas, por su parte, optaron por reforzarse con un astronauta: Pedro Duque, ministro de Ciencia e Innovación.
Otras imágenes que nos dejaron los días previos a las elecciones fueron los líderes de Ciudadanos subidos en una batea, el homenaje floral a las víctimas de la violencia machista realizado por Marea Galeguista o candidatos del PSOE recorriendo en Lérez en piragua.