Toda una ciudad pendiente de la sentencia de ENCE

Pontevedra
30 de diciembre 2022

Iba a ser el 4 de octubre, pero llegado ese día el Tribunal Supremo decidió aplazar sin fecha su decisión sobre la legalidad o no de la prórroga de la concesión de la fábrica de Ence.

Marcha contra ENCE 2022

Iba a ser el 4 de octubre, pero llegado ese día el Tribunal Supremo decidió aplazar sin fecha su decisión sobre la legalidad o no de la prórroga de la concesión de la fábrica de Ence.

El alto tribunal prolonga la incertidumbre sobre el futuro de la pastera en la ría porque los recursos presentados contra la sentencia que dio razón al Concello todavía están "en tramitación". Recordemos que la Audiencia Nacional anuló en tres sentencias distintas la prórroga concedida por el gobierno en funciones de Mariano Rajoy.

Desde la APDR ya afirman que "Ence está morta" y a lo largo de este año la empresa ya ha empezado a maniobrar ante la posibilidad de que la resolución sea desfavorable y tenga que cerrar la fábrica de Pontevedra que aporta una cuarta parte de los beneficios de la empresa. Las alternativas pasan por Navia ya que la compañía ve inviable un posible traslado dentro de Galicia.

En cambio Ence estudia poner en marcha en la localidad coruñesa de As Pontes, un complejo industrial destinado a la producción de biocombustibles y papel tisú. Las principales materias primas de las que se abastecería la fábrica serían el papel y cartón recuperados, en lugar de madera. Por su parte, la pastera lusa Altri será el socio industrial en el proyecto de la Xunta para fabricar fibras textiles con madera en la localidad lucense de Palas de Rei.

Y no pasó desapercibida la decisión de Ence de comenzar en Navia la producción de Naturcell, un producto de celulosa no blanqueada que hasta ahora solo se suministraba desde la factoría de Lourizán que estuvo parada desde julio por la sequía. El bajo nivel del agua del río Lérez no permitía abastecer a la pastera sin afectar al caudal ecológico.

Como consecuencia la empresa aplicó un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) a los trabajadores que se prolongó durante cien días. 

La compañía tuvo que invertir para buscar una solución ante unos episodios de sequía que el cambio climático hará que se repitan con frecuencia en el futuro. La alternativa pasa por utilizar el agua depurada de la EDAR de Praceres.

La sequía en la cuenca del Lérez también provocó otro problema inesperado: La tubería de abastecimiento resultó dañada durante el periodo de inactividad al que se vió abocada la fábrica de Lourizán. La reparación de esta avería retrasó hasta noviembre la reanudación de la actividad industrial.

Como efecto de este paro el tráfico de mercancías en el puerto de Marín dejó de manipular en la terminal cubierta un total de 150.000 toneladas de pasta de papel.

Sin embargo el consiguiente perjuicio económico para la pastera se compensó al estar disparado el precio de la celulosa lo que permitió al Grupo seguir teniendo beneficios, razones por las que el PP exigió que continúe con las ayudas contempladas en su Plan Social.

No todo fueron malas noticias para la fábrica, la Xunta anunció que cederá el actual emisario submarino a Ence a principios de 2023. El cambio de titularidad se hará cuando se ponga en marcha el nuevo emisario, que se conectará a la depuradora de Os Praceres en los próximos meses.

Con todo, las grandes inversiones siguen congeladas, mientras que el CEO de Ence Ignacio de Colmenares insiste en que "en caso de que la planta continúe operativa" invertirá 55 millones de euros en la fábrica de Pontevedra hasta 2027.