El verano y el fin de las restricciones permite la reactivación del Camino
Por Manu Otero & Mónica Patxot
Llega el verano, se relajan las restricciones, se aplaca la pandemia y regresan los peregrinos. Aunque lo hacen a cuentagotas, por las calles de Pontevedra ya se dejan ver pequeños grupos de caminantes en dirección a Santiago. Esta reactivación del sector la constatan los albergues de la ciudad que después de permanecer casi un año inactivos ven como su libro de reservas comienza a llenarse.
"Estamos empezando la actividad, pero con un 30% en las instalaciones compartidas", explica la gerente de Acola Hostel las restricciones que deben respetar en este reinicio del sector. A pesar de la reducción de aforo, la capacidad de estas instalaciones está siendo más que suficiente para dar cabida a toda la demanda. "Todavía está todo muy parado, tenemos el aforo restringido y aun así no se suele llenar", reconoce Ana Redondo, del Albergue Aloxa.
Por el momento los grupos de peregrinos que llegan a Pontevedra son reducidos y procedentes en su mayoría de Portugal o de otras comunidades de España. "La semana pasada el 90% eran portugueses, pero ahora empiezan a ser mayoría los españoles", puntualiza Redondo.
A pesar de que por ahora la limitación de aforo no supone un problema, en los albergues esperan que la Xunta permita ampliar la capacidad de cara a los próximos meses de julio y agosto porque las llamadas para reservar plaza son cada día más numerosas. "Es complicado trabajar así, es una miseria. Tenemos 60 camas y solo podemos utilizar 18. No da ni para cubrir gastos", explican en Aloxa, donde prevén un mes de agosto mucho más activo que el de julio.
La preocupación por las habitaciones colectivas no afecta solo a los propietarios de los albergues, los peregrinos también se muestran recelosos de compartir espacio con personas desconocidas. "Están funcionando mejor las habitaciones privadas", reconoce Candela Garrido, quien ve un creciente interés en volver al Camino pero también mucha precaución por parte de los peregrinos. "Preguntan mucho por la política de cancelación y los que están viniendo ya están vacunados en su mayoría y nos lo hacen saber", detalla.
Avanzar en la vacunación es un factor clave en la vuelta a la normalidad de un sector muy castigado por la pandemia y que ve como el Xacobeo, una temporada que iba a ser histórica en cuanto al número de peregrinos, no está rindiendo como esperaban por la pandemia. "Cuando te viene un grupo te animas, pero al día siguiente ves que no entra nadie y vuelves a estar de bajón", confiesa Redondo.
"El Camino necesita a los peregrinos extranjeros", afirman tanto Garrido como Redondo. Por ello reclaman a las autoridades una mayor agilidad con las vacunas e incluir el tratamiento contra la covid-19 en el calendario de vacunación para poder pasar la página de la pandemia y volver a disfrutar del Camino.
Sin embargo, el regreso a Compostela de peregrinos de otros países de Europa o de otros continentes se va a retrasar. "Hasta que no esté todo abierto, el peregrino de otro país no va a venir. En Reino Unido si vienen luego tienen que guardar cuarentena", detalla Tino Lores, presidente de la Asociación Amigos do Camiño Portugués.
A pesar de que la recuperación va muy lenta y "que esperábamos 120.000 peregrinos para este Año Santo y si llegamos a 50.000 nos daremos con un canto en los dientes", Tino Lores se muestra "ilusionado y esperanzado" porque "muy poco a poco se va reactivando, la gente está llamando ya para julio y agosto pero por ahora aun estamos muy lejos del 30 % de capacidad que tenemos".
Para superar esta situación, insiste Lores en que "el Camino es seguro". Y lo es porque transcurre por parajes naturales en los que la distancia de seguridad está garantizada y porque los albergues han adoptado medidas de precaución y prevención "extremas", sostienen desde la Asociación Amigos do Camiño Portugués para animar a los peregrinos a volver al Camino.
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