Un menor relata que el presunto pederasta de Cruz Vermella le 'compraba' con chuches y bocatas
Por Natalia Puga
Rafael L.V., conocido como 'Chito', podría haber pagado dinero a uno de los menores de los que está acusado de abusar sexualmente y dado chuches y bocatas a otro de los niños. Este intercambio de bienes por favores sexuales figura en la versión de los hechos que dieron las dos presuntas víctimas en la Comisaría, pero no ha podido ser verificado todavía por los investigadores.
Las dos víctimas que, hasta el momento, tienen localizadas los investigadores son dos hermanos de 11 y 13 años de nacionalidad rumana. El más pequeño, de 11 años, fue localizado en la noche del domingo acompañando a 'Chito' en un trastero de su vivienda de la calle Cruz Vermella de Pontevedra y ya fue sometido a un examen forense.
Además, en presencia de sus padres, relató a los agentes que investigan el caso que conocía a presunto pederasta, de 70 años, desde hacía 4 o 5 años y que a cambio de mantener algún encontro de contenido sexual con el detenido le habría dado chuches y bocata.
Las presuntas víctimas relatan que conocieron a 'Chito' hace 4 o 5 años mientras jugaban en la plaza de A Castaña
El mayor de los dos hermanos, de 13 años, confirmó que hacía ese mismo tiempo que se conocian, pero añadió que había recibido dinero de Rafael L.V. para subir con él a su trastero en más de una ocasión. No ha trascendido cuándo comenzaron esos encuentros.
La investigación está todavía pendiente de que se aporte un examen médico del niño de 13 años, pero, por el momento, se descarta que el acusado hubiese cometido un delito de agresión sexual con sus víctimas, habría abusado de ellos, pero sin existencia de penetración de ningún tipo. Tampoco parece que existan imágenes de esos encuentros, aunque es un extremo que todavía se está investigando.
Las dos presuntas víctimas no han declarado todavía ante el juez, pero sí ante la Policía Nacional en la Comisaría en presencia de sus padres. Aquí relataron, según fuentes próximas a la investigación, que conocieron a Rafael L.V. mientras jugaban en la plaza de A Castaña, en la calle Cruz Vermella. Fue hace 4 o 5 años, empezaron jugando al fútbol y con los patines y poco a poco fueron teniendo más confianza, de tal forma que el acusado pasó a llamarles por su nombre de pila y, más tarde, a proponerles los encuentros sexuales en su trastero.
Los padres de los menores declararon en la Comisaría que ellos desconocían esos encuentros sexuales, pues viven en una calle próxima, en el entorno del estadio de la juventud, y sus niños solían jugar en la plaza de A Castaña. Según sostienen, nunca sospecharon que en lugar de jugar subían al trastero de 'Chito'.
La jueza del Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra decretó el martes el ingreso en prisión provisional sin fianza del imputado por posibles delitos de abusos a menores y ahora se inhibirá en otra sala diferente, el caso pasará al Juzgado número 3 porque era el que estaba de guardia el día en que se produjo la detención del acusado.
Los investigadores descartan, en principio, que hubiese agresión sexual, pero sí abusos
El nuevo juzgado deberá decidir si le acusa de solo un delito de abusos sexuales o de más y si también le atribuye inducción a la prostitución. Esto último dependerá de si se confirma que daba chuches o dinero a sus presuntas víctimas. Por el delito de abusos puede ser condenado con hasta seis años de cárcel y por la inducción a la prostitución, hasta cinco años y el pago de una multa.
El detenido, que pese a su edad sigue en activo trabajando en la empresa de sastrería de un amigo, es conocido en Pontevedra por la vinculación con diversos clubs de fútbol y por haber trabajado durante años como entrenador de equipos de fútbol de diferentes categorías de base en la ciudad y en distintas parroquias. Ha estado vinculado hasta al Club Deportivo Nodales, el Unión Sampaio y, en su última etapa, a la Sociedad Deportiva Alba. Su trabajo profesional no está relacionado con menores.
El hombre fue detenido 'in fraganti' por la Policía Nacional el domingo sobre las 23.00 horas en compañía del niño de 11 años. Estaban en un trastero en el mismo edificio de la calle Cruz Vermella en el que el detenido reside habitualmente con su única hermana y los agentes presenciaron la escena. Fue todo gracias a una llamada anónima, pues los agentes de las policías Local y Nacional ya tenían denuncias de los posibles comportamientos pedófilos de 'Chito' desde hace un año, pero nunca antes le habían sosprendido en ninguna actitud sospechosa.
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