Los tres cerditos y el rechazo a construir en madera
Por Oskar Viéitez
La facturación de sector forestal gallego ascendió en 2018 hasta los 2.300 millones de euros, un 2% más que en 2017; y el empleo medio en la cadena aumentó un 4,8%, con casi 22.000 asalariados directos. Así lo indica el informe "La cadena forestal-industria de Galicia 2018", elaborado recientemente por el director de la Escuela de Ingeniería Forestal del Campus de Pontevedra, Juan Picos.
La radiografía del sector forestal elaborada por este profesor pontevedrés muestra como los índices de producción de la industria de la madera, del papel y del mueble evolucionan, en los tres casos, mejor que la media española. Pero no ocurre lo mismo con la construcción de inmuebles.
Una de las razones de este último comportamiento se encuentra en los falsos mitos sobre los peligros de este material en caso de fuego o humedad.
La Forest Stewardship Council, una organización internacional sin ánimo de lucro, dice que la culpa es del cuento de los tres cerditos. En el que el lobo soplando derribó las casitas de paja y de madera, y solo resistió la de ladrillo. Ahí anidan muchos tópicos y prejuicios hacia la construcción con madera.
Sin embargo el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, se ha mostrado optimista y en un acto celebrado en Pontevedra ha anunciado que la Xunta apuesta por abrir nuevas líneas de negocio para la industria forestal vinculadas a la economía circular y a la bioeconomía.
Esto se debe a que los nuevos tiempos de sostenibilidad que corren, aliados con nuevas tecnologías, están dando savia nueva a la madera como material propicio para la arquitectura. Es sostenible, es reciclable, es rentable, es cálida y, en contra de lo que pudiera pensarse, ni se quema ni pudre fácilmente. Además, es una excelente herramienta en la lucha contra la crisis climática. Presenta una menor huella ecológica, con un balance de energía de producción y emisiones de gases de efecto invernadero inferior al de otros materiales.
En este sentido Juan Picos cree que la innovación es básica y asegura que "estamos en un escenario donde van a surgir nuevos productos" en el que "todo el desarrollo de la ingeniería de materiales va a ser susceptible de ser aplicado a la madera". En este sentido aboga porque "al igual que hicimos con el plástico, aprenderemos a modificar las moléculas de la madera para obtener materiales como bioplásticos con los que dar respuesta a las demandas de una sociedad cada vez más preocupada por la ecología y el medio ambiente".
Apunta el profesor que en otros países la industria química está asumiendo el reto de fabricar cosas a partir de la madera y no del petróleo. De ahí que llame la atención sobre la importancia que adquirirá la madera en la construcción, en el sector textil para proveer tejidos de origen vegetal o en los embalajes para la sustitución del plástico.
De momento la Xunta ha puesto en marcha con un total de 54 millones de euros la Axenda de Impulso da Industria Forestal 2019-2021, que impulsa la construcción de edificios "completos" con madera, entre los cuales también se situan viviendas públicas, centros sanitarios y educativos.