Las 8.500 viviendas de uso turístico reguladas por la Xunta pertenecen en su mayoría a pequeños propietarios
Por Redacción
Desde la entrada en vigor en 2017 del decreto que las regula, se dieron de alta 8.541 viviendas de uso turístico. Llama la atención lo reparto de la propiedad de estos inmuebles, un dato novedoso y que constata que se trata de una opción mayoritariamente de pequeños propietarios. De hecho, el 82% de los gallegos que comercializa una vivienda de uso turístico cuenta con un único inmueble en alquiler. Esta cifra aumenta hasta el 93% en el caso de arrendatarios con una o dos viviendas. Así, solo un 7% de los propietarios dispone de más de dos en el mercado.
Estas cifras fueron expuestas por el conselleiro de Cultura y Turismo, Román Rodríguez, acompañado por la directora de la Agencia Turismo de Galicia, Nava Castro, al hacer balance de la actividad desarrollada por las viviendas de uso turístico, una tipología de alojamiento que desde hace dos años cuenta con una regulación específica en nuestra Comunidad.
Estos datos constatan que la Xunta de Galicia está regulando con eficacia y normalidad esta actividad. De este modo, permite que tanto las personas que ofrecen estos servicios como las que los contratan puedan hacerlo con garantías y con total seguridad jurídica para ambos.
"As cifras confirman que na Xunta acertamos cando hai dous anos decidimos regular as vivendas de uso turístico con sentidiño e de maneira eficaz", declaró el conselleiro sobre el decreto puesto en marcha en 2017. En este sentido, recordó que las comunidades autónomas tuvieron que regular este fenómeno a raíz de la modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos aprobada por el Gobierno central, que hace de las viviendas de uso turístico una modalidad particular, pues pueden alternar en distintos momentos su uso residencial, como vivienda habitual de un particular o de una familia, con el uso turístico.
El análisis efectuado por el Gobierno gallego muestra la gran dispersión en la distribución de las viviendas de uso turístico por el territorio y por los diferentes propietarios. "Contabilizamos máis de 6.300 propietarios distintos que libremente deciden poñer a súa primeira ou segunda vivenda no mercado do alugueiro turístico". Es un dato, reflexionó, "que fala tamén dun modelo propio coas súas características respecto a outras zonas". Al mismo tiempo, es compatible con el que el resto del sector afiance su desarrollo y garantiza la convivencia de usos, para lo cual faculta a ayuntamientos y comunidades de vecinos a establecer límites si lo consideran necesario.
COORDINACIÓN ADMINISTRATIVA
Román Rodríguez avanzó su voluntad de continuar dando pasos para facilitar la coordinación de las competencias turísticas y urbanísticas ejercidas por la administración autonómica y local. En este sentido, ya trasladó una propuesta a la Federación Gallega de Municipios y Provincias (Fegamp). Como recordó, en el ámbito de actuación de los ayuntamientos están funciones como la de regular los usos a través de sus Planes Generales de Ordenación Municipal o constatar la legalidad urbanística.
"Temos un permanente contacto cos concellos neste ámbito –manifestó el conselleiro –, dado que cada vez que damos de alta unha vivenda de uso turístico notificámolo cunha comunicación tanto ao propietario como ao concello no que operará". La Xunta quiere ampliar esa colaboración en dos direcciones, para que lo que acaba de proponer a la Fegamp "a creación dun marco de colaboración que nos permita afianzar o modelo", un hecho que, como avanzó, fue recibido con receptividad por este organismo.
Del mismo modo, la Xunta seguirá demandando mayor coordinación a nivel estatal en este campo. Para eso, reclama al Gobierno central marcos normativos en los que poder desarrollar las competencias autonómicas con seguridad jurídica, la unificación de criterios que permitan dar una respuesta común a una realidad dinámica y en constante evolución, y la generación de espacios de cooperación en los que poder prever y anticiparse a los rápidos cambios que experimenta, de forma generalizada, el sector.
Ante la disparidad de criterios entre comunidades autónomas, el conselleiro apostó por "unha harmonización cun marco común mínimo que redunde en beneficio de todos", así como mayor colaboración por parte de las plataformas de comercialización online. Igualmente, volvió a solicitar el establecimiento de un sistema que permita medir la cifra de personas que emplean este tipo de alojamientos, algo inexistente en la actualidad.
DISTRIBUCIÓN EN El TERRITORIO
El marco creado en Galicia permitió en este tiempo regular 8.541 viviendas de uso turístico, una pequeña parte del parque de viviendas de la comunidad que, según el último censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), es de 1,6 millones de viviendas. Por lo tanto, solo el 0,53% tendría como finalidad el uso turístico en estos momentos. En el caso de Galicia, el ayuntamiento más destacado es Sanxenxo, que supera las 1.600. A mucha distancia se sitúan O Grove, Barreiros, Foz, Cangas o Poio, todos ellos por debajo de las 300. Superan esa cifra tres de los destinos urbanos gallegos: Santiago de Compostela con 566 viviendas inscritas, Vigo con 310 y A Coruña con 296. "Só o 18% das vivendas de uso turístico se localiza nas sete grandes cidades", apuntaron.
La provincia de Pontevedra es la que cuenta con un porcentaje superior, con el 47% de las viviendas de uso turístico reguladas, seguida de A Coruña (37%), Lugo (13%) y Ourense, que suma únicamente el 3% de los inmuebles.
INFLUENCIA EN El SECTOR
Sobre la repercusión en el resto del sector, el conselleiro recordó que las tipologías de alojamiento turístico que existían previamente (hoteles, pensiones, apartamentos turísticos, campings y turismo rural) están incrementando su volumen de viajeros. En concreto, en el primer cuatrimestre del año recibieron un 3,2% más de turistas, que realizaron un 5% más de pernoctaciones, con lo que la subida de la ocupación por habitación fue del 6,4%. "Falamos sempre dun crecemento en cantidade, pero sobre todo en calidade", recalcó el conselleiro, quien aludió a la mejora de los precios hoteleros o al aumento de la rentabilidad empresarial, de un 7,7%, "ata os mellores niveis acadados esta década".
LABOR DE INSPECCIÓN
El conselleiro también informó de la tarea inspectora desarrollada en este área, "un labor que ten moito de asesoramento e de prevención a prol dun turismo de calidade". Tras un período inicial, la Xunta incorporó las viviendas de uso turístico a su plan de inspección con el resto de opciones de alojamiento y servicios, actuando principalmente de oficio. En total, se incoaron 53 expedientes, de los cuales 30 ya fueron finalizados.
La mayor parte de los casos eran derivados de infracciones tipificadas como graves, en concreto por realizar la actividad de manera ilegal, sin estar inscritas en el registro autonómico. Solo un grupo reducido fue motivado por incumplir o alterar las circunstancias que motivaron la autorización para la actividad, efectuar cambios sustancias, no cumplir en la prestación de los servicios acordados o emplear denominaciones, rótulos y distintivos diferentes del fijado en la normativa.