Un vecino de Caldas se enfrenta a 10 años de prisión y 10 más de libertad vigilada por abusar de un menor
Por Natalia Puga
Un vecino de Caldas de Reis, de nombre Adrián, se sentó este martes en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Pontevedra como presunto autor de un delito de abuso sexual a un chico de 12 años con el que mantenía una relación de amistad. Él sostuvo su inocencia, pero su presunta víctima insistió en la acusación e incluso declaró en la sala que los hechos fueron más graves de los inicialmente denunciados.
La Fiscalía le acusaba en un primer momento por besar alguna vez en la boca y realizar proposiciones obscenas al menor cuando ambos estaban en un coche en medio de un monte de Caldas junto a otro menor y el otro salió del vehículo. En su declaración, que realizó tras un biombo, el menor fue más allá y aseguró que ese día le dio varios besos y también hubo penetración.
Tras escuchar el relato del menor y valorar la "verosimilitud" del testimonio, la fiscal del caso, Marta Alonso, decidió aumentar la acusación. En su escrito de acusación inicial reclamaba que fuese condenado a cuatro años y medio de prisión, pero luego lo modificó para reclamar diez años de prisión, otros 10 de libertad vigilada, que se someta a un curso de reeducación y 12 años de orden de alejamiento. Además, aumentó a 6.000 euros la indemnización que considera que debe pagar a su víctima.
La acusación particular que ejerce la familia del acusado considera que el acusado debe ser condenado por el delito de abusos, pero en un concurso medial con otro de ciberacoso mientras que la defensa incide en la inocencia de su cliente y considera que, en todo caso, subsidiariamente, si el tribunal decide condenarle, debería aplicar la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas.
El acusado tiene un antecedente penal por un delito de abuso sexual a menores de edad. En diciembre de 2013 el Juzgado de lo Penal número 2 de Pontevedra le condenó a 12 meses de multa por un delito de acoso sexual, dos años de prisión por un delito de abuso sexual a una víctima menor de edad y un año de prisión y cinco años de alejamiento por un delito de distribución de material pornográfico con la voz o la imagen de menores de edad o incapaces alterada.
Los hechos juzgados este martes ocurrieron entre diciembre de 2013 y enero de 2014 y la defensa critica que el menor no reveló la gravedad de los hechos hasta su llegada al juicio a pesar de que no dijo tales acusaciones ni en el cuartel de la Guardia Civil cuando acudió con su madre a denunciar ni en todas las diferentes declaraciones en la fase de instrucción. En su opinión, con esta actitud generó una situación de indefensión al acusado.
Frente a la crítica de la defensa, insiste en que el menor relató perfectamente en su declaración el motivo de que en estos años no haya comentado algunas de las acusaciones. "No lo dijo por vergüenza, porque no quería que le llamasen maricón", indicó la representante del ministerio público, que considera que el testimonio del chico es suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia del procesado.
Además, hace referencia a informes periciales que consideran compatible el relato del chico con que fuese víctima de abusos sexuales y reprocha la actitud del procesado, que en ese encuentro con el menor en un monte de Caldas le habló de bisexualidad y todos sus actos tuvieron una naturaleza sexual.