Piden a Justicia "hechos contra la violencia de género, no sólo palabras y campañas publicitarias"
Por Natalia Puga
A las puertas del día internacional de la no violencia contra la mujer, el próximo 25 de noviembre, el Sindicato Profesional de Justicia de la Unión Sindical Obrera (SPJ-USO) vuelve a sacar a la luz las deficiencias ya denunciadas en el pasado en cuanto a la atención a las víctimas de violencia de género en Pontevedra. En concreto, denuncian que pasado más de medio año desde la última vez que denunciaron la situación, la administración sigue sin hacer nada.
Nilo Fernández Taboada, delegado en Pontevedra de SPJ-USO, pide a la Dirección General de Justicia de la Xunta de Galicia "hechos contra la violencia de género, no sólo palabras y campañas publicitarias", que, además, proliferan en estos días previos a la conmemoración de 25 de noviembre.
El sindicato denuncia la "inactividad y la pasividad" de la administración autonómica, pero también sus "promesas incumplidas", pues a principios de este año 2017 presentaron escritos reclamando el acondicionamiento y adecentamento de la sala de espera de las víctimas de violencia de género y menores ubicada en el Juzgado de Instrucción número 3 de Pontevedra, especializado en violencia de género y con sede en A Parda, y en aquel momento la administración se comprometió a mejorar la situación.
Más de medio año después de esa promesa "todo sigue igual y se ve lo lamentable de las instalaciones", de modo que decidieron volver a sacar a la luz la problemática.
Nilo Fernández denuncia que, tal y como pasaba a principios de año, esa sala de espera para las víctimas es un archivo que no cumple las mínimas condiciones higiénicas ni garantiza un mínimo de intimidad y bienestar para unas víctimas en una situación de "mucha carga emocional" y que están "sufriendo una situación de vulnerabilidad máxima" en la que necesitan un mínimo de bienestar.
Otro juzgado del edificio judicial utiliza ese mismo cuarto como archivo y tan sólo hay unos armarios arquivadores que separan la sala en la que esperan las víctimas y menores de la zona en la que el otro juzgado almacena su documentación judicial.
Además, la sala dispone de una ventana de grandes dimensiones que da a los pasillos del edificio, de modo que no garantiza en absoluto la intimidad de la víctima y de los menores. Y tampoco se garantiza la comodidad de la víctima, pues en la sala sólo hay unas sillas incómodas.