El nuevo jefe de la Guardia Civil, "preocupado" por las bandas organizadas en Pontevedra
Por Natalia Puga
El Ministerio del Interior nombró al coronel Manuel Dabó Soler nuevo jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra hace apenas diez días, el 2 de octubre, pero ocupa este puesto de forma interina desde febrero. Estos meses le han servido para una primera toma de contacto con la situación de la delincuencia en la provincia y le llevan a señalar que "las bandas organizadas son un tema que me preocupa".
El nuevo coronel asegura que las cifras de delincuencia en el ámbito de influencia de la Comandancia Pontevedra "no están por encima de la media nacional, ni mucho menos" y hay muchas otras zonas de España que "tienen un poquito más de problemas". Este balance positivo no le permite bajar la guardia y se marca como meta "erradicarla (la delincuencia) o, por lo menos, intentar erradicarla".
Entre estos asuntos en los que ve necesario seguir trabajando duro están las bandas organizadas, en especial porque "están muy especializados en todo". "Para robar un piso el delincuente lleva un escaner, un barredor de frecuencia para que no funcionen las alarmas, es decir, se están especializando y especializando medios" pone como ejemplo. Un caso reciente fue la localización en Cotobade de un grupo criminal de origen rumano que llegaba desde Barcelona para robar en restaurantes de Pontevedra, Ourense y Burgos.
Con motivo de la celebración del Día del Pilar, patrona de la Guardia Civil, presidió su primer acto oficial en la Comandancia Pontevedra y marcó las líneas a seguir en el nuevo artgo. "Pretendo continuar la labor de mis antecesores y seguir mejorando la eficacia en la seguridad ciudadana, la lucha contra la delincuencia y la atención al ciudadano", anunció.
Entre sus intenciones se encuentra también, "dentro de las posibilidades", intentar "mejorar las condiciones de trabajo y vida familiar de los guardias civiles". En esa tarea, influyen las cifras de la plantilla, de las que asegura que, en la actualidad, en Pontevedra "está suficientemente dimensionada", pero también la situación de los cuarteles e instalaciones del Instituto Armado.
En ese sentido, ha constatado que hay "dos o tres en la provincia" que "están francamente mal". Entre ellos, destaca que el acuartelamiento de Vilagarcía de Arousa "está muy mal", pero admite que, debido a la crisis económica y recorte de los recuros gubernamentales, "a lo mejor no es el momento de intentar arreglarlos o construir uno nuevo".
Dabó Soler también ha señalado que en los últimos tiempos se han registrado delitios vinculados con la crisis económica, como, por ejemplo, "el robo famélico o de supervivencia" en los supermercados. Sin embargo, señala que "no dan índices muy altos, a tener en cuenta", sino que "como habían desaparecido, con que haya dos o tres llaman la atención".