Barro, epicentro de la mayor incautación de cocaína en Galicia desde 1999
Por Natalia Puga
Creada y actualizada
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El concello pontevedrés de Barro ha sido uno de los epicentros de la última gran operación antidroga realizada por la Policía Nacional. Se trata de un operativo que ha concluído con la mayor incautación en tierra de cocaína llevada a cabo en Galicia desde 1999, que fue localizada en una nave industrial de Barro.
La operación permitió desarticular una importante organización internacional de narcotraficantes dedicada al transporte marítimo de cocaína desde Sudamérica hasta Europa, con 12 personas detenidas y tres toneladas de cocaína intervenidas. La droga iba a ser comprada por un destacado grupo de narcotraficantes asentado en la Costa del Sol. En los registros efectuados se han intervenido más de 1,2 millones de euros en efectivo, 1.120 libras esterlinas, una pistola del calibre 9mm Parabellum, cuatro vehículos, una furgoneta y una motocicleta.
Entre los doce arrestados se encuentran los transportistas de la mercancía, de nacionalidad española, además de los vendedores y compradores de la droga de nacionalidades holandesa y británica respectivamente. Los agentes del GEO interceptaron una furgoneta en la que pretendían transportar una partida de 700 kilos de cocaína hasta Málaga, siendo localizado el resto del estupefaciente en una nave industrial de Barro.
Las indagaciones se iniciaron a partir de una serie de informaciones con las que trabajaban los investigadores, que indicaban que un grupo de traficantes holandeses habría conseguido introducir a través de las costas gallegas una gran cantidad de cocaína. La droga, que había llegado a nuestro país en barco, permanecía oculta en Barro y los narcotraficantes habían acordado su venta a una importante organización formada principalmente por ciudadanos británicos asentados en la Costa del Sol.
Tras meses de investigaciones se supo que dos traficantes holandeses se habían desplazado recientemente hasta Santiago de Compostela con la intención de mantener reuniones con la organización afincada en el sur de España. El objetivo era coordinar la entrega de la cocaína que ya se encontraría oculta en Galicia.
Adoptando grandes medidas de seguridad para evitar ser detectados, los representantes del grupo holandés propietario de la mercancía se reunieron en varias ocasiones tanto con los transportistas españoles -que trasladarían la cocaína hasta Málaga- como con el máximo responsable del grupo británico que se iba a encargar de recoger la droga.
Una vez ultimados todos los detalles, se acordó el modo en el que se iba a llevar a cabo la entrega y el traslado de la droga. Los especialistas en la lucha contra el narcotráfico de la Policía Nacional, apoyados por el Grupo Especial de Operaciones (GEO), establecieron entonces un amplio y discreto despliegue operativo tanto sobre los miembros de la organización que se encontraban en Galicia, como sobre los integrantes de la organización que permanecían en Málaga.
Desde primera hora de la mañana del día en que se iba a realizar la transacción los policías vigilaron los movimientos de los investigados, que les llevaron hasta una zona industrial de Barro donde uno de los miembros de la organización permaneció a la espera en actitud vigilante. Horas más tarde subió a bordo de una furgoneta, conducida por otro de los investigados, y emprendieron la marcha junto con un turismo que hacía labores de vigilancia.
Ante las medidas de seguridad adoptadas los investigadores decidieron intervenir. Todo indicaba que la droga se encontraba en el interior de la furgoneta, por lo que fue interceptada por agentes del GEO. Fue entonces cuando el vehículo lanzadera intentó sin éxito evitar la actuación de los policías colisionando de forma intencionada contra su vehículo. Los ocupantes de ambos vehículos fueron detenidos.
En un minucioso registro de la furgoneta se pudieron localizar numerosos fardos de cocaína, con un peso aproximado de 700 kilos escondidos en un doble fondo perfectamente camuflado en la parte trasera de los asientos del conductor. Posteriormente se encontró el resto de la droga, hasta completar los 3.000 kilos incautados en la operación, en Barro.