Prorrogan la prisión al poiense acusado de golpear a su mujer con un martillo delante de sus hijas
Por Natalia Puga
La Audiencia Provincial de Pontevedra ha decretado la prórroga de la estancia en prisión del vecino de Poio detenido en abril de 2011 por supuestamente golpear con un martillo a su mujer en presencia de sus hijas gemelas en A Porteliña.
Jeremías Canda Rodríguez permanece en prisión provisional desde el 20 de abril de 2011 por un delito de intento de homicidio, si bien los hechos aún no han sido calificados por la Fiscalía para su enjuizamiento ni se ha decretado la apertura de juicio oral
La defensa del acusado solicitó retiereadamente su puesta en libertad y el pasado noviembre se celebró una vista de apelación en la Sección Segunda de la Audiencia para que el tribunal decidiese si prorrogaba su estancia en prisión decretada en su día por el Juzgado de Guardia de Pontevedra o le permitía salir.
Según ha salido a relucir, la defensa alega que los hechos son consititutivos de un delito de lesiones, de modo que su estancia en prisión provisional ya superaría el tiempo máximo que podría caerle en el juicio.
Sin embargo, la Fiscalía pidió su ingreso en prisión en su día por tentativa de homicidio y las fuentes consultadas señalaron que no existe ninguna intención de rebajar la entidad de la agresión cometida a simples lesiones, de modo que solicitó que siga entre rejas.
Finalmente, el auto de la Audiencia tuvo en cuenta las tesis de la Fiscalía y decretó que el acusado siga en prisión a la espera de que se celebre juicio o, al menos, hasta que se cumplan dos años de su estancia en prisión y su situación tenga que revisarse.
Jeremías Canda fue detenido por la Guardia Civil el 17 de abril de 2011 tras supuestamente golpear varias veces en la cabeza con un martillo a su pareja en el domicilio que compartían en A Porteliña. Están legalmente unidos como pareja de hecho desde hace 15 años y tienen dos hijas en común, pero estaban en fase de separación en el momento de los hechos y él llevaba días sin dormir en la casa familiar.
Su detención fue rocambolesca. Un guardia civil fuera de servicio le vio salir del piso con un martillo. También un vecino, que se interpuso en su camino y se ganó otro golpe. Jeremías Canda acabó escapando en un coche y amenanzando a la Guardia Civil que se suicidaría si pretendían detenerle. Al final, le localizaron y detuvieron en el acceso a la autovía de O Salnés.
La mujer tuvo que recuperarse de la agresión en el Hospital Montecelo y, más tarde, el Xeral Cíes de Vigo. Presentaba dos fracturas craneales, pérdida auditiva y hematomas en brazos, torso y cabeza.