Un joven justifica una paliza a un vecino que se quejó porque hacía ruído: "Me venía a pegar y yo le di"
Por Natalia Puga
"Me venía a pegar y yo le di". Con esta frase justificó Diego L.C. la paliza que supuestamente dio a su vecino en Ponteareas cuando acudió a su casa para quejarse del ruido que hacía por las noches. El joven se sentó en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Pontevedra por un delito de lesiones por el que el fiscal le pide que sea condenado a seis años de prisión.
El acusado explicó ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia que su vecino acudió a su casa y le pegó primero. A pesar de que él le pidió que se estuviese quieto en dos o tres ocasiones, ignoró su requerimiento, de modo que él reaccionó agrediéndole. "Cuando me enfadó, le pegué", relató, si bien no recuerda cuántos golpes le propinó.
El fiscal sostiene que le siguió pegando después de que cayera inconsciente al suelo, pero él mantiene que su oponente nunca llegó a quedar inconsciente, si bien sí cayó al suelo. Una vez que estaba tendido, niega que llegase a pegarle más.
Frente a esta versión del presunto agresor, la supuesta víctima aseguró que él acudió a la casa del vecino para pedirle si podía parar de hacer ruído, una queja que ya le había formulado en anteriores ocasiones, pero que no le pegó. Según asegura, en cuanto llegó, el acusado dejó a su hijo pequeño, que tenía en brazos, y procedió a pegarle. A partir de ese momento desconoce cuántos golpes le propinó porque sintió dos y ya quedó inconsciente.
El fiscal solicita que el procesado indemnice a la víctima en cerca de 25.000 euros por los daños ocasionados. Al respecto, el presunto agredido asegura que le quedaron secuelas físicas y psicológicas, estas últimas al ver cómo le había quedado la cara.
El abogado del vecino lesionado solicita para el procesado cinco años de prisión, pero, tras el juicio, en la fase de conclusiones, señaló que reconoce que el tribunal le pueda condenar, subsidiariamente, a cuatro años.