La avenida de Lugo estrena aspecto combinando una circulación más fluida con más espacio peatonal
Por Redacción
Aceras más amplias, mayor rotación en los aparcamientos y dos rotondas funcionales para ayudar a una circulación más fluida. Son las líneas básicas del nuevo aspecto de la avenida de Lugo que, desde hace varias semanas, está completamente renovada. Una serie de trabajos que permitieron remarcar el carácter residencial en una de las principales vías de entrada al centro urbano de la ciudad de Pontevedra.
Se trata de una de las obras de reforma urbana con mayor superficie tratada en este mandato, ya que abarca 8.197 cuadrados a consecuencia de la importante anchura de la vía, que ronda los 30 metros. Esta circunstancia permitió un diseño con doble carril de circulación en ambos sentidos y también una importante ampliación de las aceras para dar servicio al tejido comercial y residencial.
Estas aceras son asimétricas. En el lado derecho (sentido de entrada a la ciudad) son más amplias, once metros, y están pavimentadas con hormigón negro pulido, creando un amplio espacio peatonal. Al lado izquierdo, tienen un ancho de unos tres metros y pavimento de adoquín cerámico. La calle cuenta también con nuevo mobiliario urbano y dos filas de cerezos de flor.
Gracias a estos trabajos se renovaron todos los servicios de aguas pluviales, saneamiento, abastecimiento de agua y red contra incendios. Se dotó a la calle además de un nuevo sistema de iluminación pública y se modernizó una de las tuberías principales de suministro de agua al centro urbano. Las empresas suministradoras de electricidad y telefonía también aprovecharon la obra para soterrar los servicios que tenían grapados a fachadas en todo este ámbito.
El espíritu del proyecto pasó por embellecer una entrada importante al centro urbano y darle potencia. Uno de los objetivos fue a incrementar la rotación de los aparcamientos, ordenando sendos cordones en línea para sustituir el desorden anterior. La calle quedó también dotada con zonas de carga y descarga, de las que hasta ahora carecía, para abastecer al comercio.
Agilizar la circulación rodada fue también una de las prioridades, pues además de mantener el doble carril se mejoró notablemente el diseño de las dos rotondas que marcan los extremos de la actuación. En los dos casos se consiguió un trazado más diáfano y unos resultados estéticos más adecuados. La nueva rotonda de la serrería (en el encuentro con la calle de Juan Carlos I) tiene un diámetro exterior de 36 metros y la del cruce de la avenida de San Mauro de 27,3 metros.
Las obras, impulsadas por la concejalía de Urbanismo que dirige el socialista Antón Louro, tuvieron un presupuesto 1.096.902,97 euros y estuvieron a cargo de Eiriña Constructora.
El teniente de alcalde remarcó el gran resultado estético y práctico de la transformación realizada, en la que se utilizaron materiales de gran calidad, así como el estrecho contacto con los vecinos y comerciantes, atendiendo puntualmente todas sus peticiones en los remates y acabados en los accesos a portales y garajes.
Antón Louro destacó que los resultados de esta obra demuestran el acierto del proyecto de reforma integral del eje Loureiro Crespo-Avenida de Lugo-barrio del Castañal, que precisa de un gran presupuesto, pero que el Concello debe seguir ejecutando por fases hasta completar todo su recorrido.