Sus nietos, sus hermanas, sus hijos o incluso el Estado pueden heredar de Maximino
Por Natalia Puga
Cuatro años después de que Maximino Couto Durán protagonizase la sangrienta tarde en la que supuestamente mató a su novia y lo intentó con sus vecinos, su ex mujer y un policía sus acciones durante un permiso penitenciario siguen dando quebraderos de cabeza a su familia y a la Justicia.
Maximino Couto, que acabó suicidándose en la cárcel el 17 de diciembre de 2008, había redactado su testamento estando en prisión, en octubre de ese mismo año, un mes antes de aquel 29 de noviembre en el que dejó un reguero de sangre por Ponte Caldelas y Mourente .
El documento nombraba herederos a partes iguales a María del Rosario Peso André, su pareja a la que presuntamente mató en su casa de Ponte Caldelas, y a un fotógafo de iniciales L.M.F.M., que renunció a la herencia. Ante los acontecimientos, sus cuatro hijos serían los herederos presumiblemente lógicos del dinero que tenía en un fondo de pensiones y de la casa que tenía con su ex mujer en Mourente, donde ella vive y por la que se ha montado todo el guirigay judicial. Sin embargo, les desheredó alegando que habían formulado contra él "una denuncia falsa que le llevó a prisión".
Aquella herencia está impugnada por los hijos de Maximino Couto, pero el procedimiento judicial está todavía sin resolución en el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Pontevedra, de modo que en estos momentos no tiene herederos y podrían acabar siendo sus hermanas, sus nietos, sus hijos si logran la impugnación o incluso el propio Estado.
En este proceso judicial aparecen como partes las hermanas Olga y Esther Couto Durán y los dos nietos (representados por su padre), que rechazan la posible herencia; sus hijos, que la reclaman; y un notario, ya que en su testamento el fallecido nombraba a su notario o sucesores albacea universal con "plenas facultades de conar y partir, de entregar legados y satisfacer en su caso legítimas en metálico extraherencial" De hecho, su notario está jubilado y quien se ha visto metido en este embrollo es su sustituto.
La herencia parecía un asunto que sólo interesaba a sus hijos y su ex mujer, pero apareció un nuevo elemento en el escenario, el agente de la Policía Nacional al que hirió cuando intebaba detenerlo. Fuentes policiales señalaron esta misma semana que el hombre está incorporado en la Comisaría de Policía, pero tan sólo en tareas internas, no puede realiza trabajo de calle por las consecuencias de las heridas sufridas.
El policía demandó en el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Pontevedra a los hijos de Maximino Couto por los daños sufridos y una sentencia determinó que deberá recibir una indemnización de 65.000 euros, pero incluso esta resolución impide determinar quiénes son esas personas, pues llega a hablarse en esta causa de "ignorados herederos".
Contra esta sentencia ya existe desde el 12 de noviembre un escrito de alegaciones presentado por los hijos de Maximino Couto. El policía demandaba a los hijos y la herencia yacente, pero estos alegan "abierta indefensión" porque aunque finalmente la sentencia no les nombra a ellos, sí que están demandados y no se les ha permitido defenderse ni se ha designado un adminsitrador que represente la herencia mientras esté en proceso de impugnación.
La alegación recuerda, además, a la jueza que la herencia aún está en proceso de impugnación y pide que se impugne la sentencia hasta que se aclare tal lío jurídico con el testamento.
Maximino Couto estaba cumpliendo una condena por malos tratos y tenía dos sentencias más pendientes, de seis meses cada una
Un auto del 4 de octubre de este año incluso indica que los herederos podrían ser los nietos, pero no se les ha nombrado defensor judicial y en el procedimiento judicial por el que se establece la indemnización al policía no se permite que recurran como parte afectada, como tampoco al albacea, ni a los nietos, ni a las hermanas ni a los hijos. Al negársele la posibilidad de recurrir la sentencia, de ahí que piden su impugnación a través de un proceso de alegaciones.
Ante todo este guirigay judicial la ex mujer de Maximino Couto, Herminia Buceta, solo pide cordura. "De momento hai un lío co da casa. A situación é que eu teño unha parte e o resto era del, así que non se sabe. Eu quero que o día de mañá sexa todo dos meus fillos, pero nisto eu non podo facer nada. Só espero que non se quede con todo o Estado", señala.
Ella fue la principal víctima del fallecido, que en aquella tarde sangrienta estaba cumpliendo prisión por malos tratos hacia ella y tenían pendientes de cumplir otras dos sentencias, de dos años cada una, por quebrantamiento de condena, pues antes de entrar en prisión incumplió al menos esas dos veces la orden de alejamiento de su ex mujer.