El alga zostera puede ser una aliada de las mariscadoras para mitigar la caída de la salinidad en la ría
Por Oskar Viéitez
Las abundantes lluvias de los últimos meses pusieron en evidencia el impacto que los aportes de agua dulce tienen en los ecosistemas marinos y, consecuentemente, en la producción marisquera.
Para aportar un poco más luz sobre este proceso, un grupo de investigadores del Centro de Investigación Marina de la Universidade de Vigo (CIM), realizaron un estudio pionero que replica las condiciones del hábitat marino en el mesocosmos de bancos marisqueros intermareais para estudiar los efectos de las frecuentes bajadas de salinidad que ocurren en Galicia y su relación con la zostera noltei.
El trabajo, en el que también participaron científicos y científicas de la Universidad de Oviedo, a Universidad Rey Juan Carlos I y la University of South Carolina, acaba de ser publicado en la revista ICES Journal of Marine Science.
Según Salvador Román, autor principal del artículo y miembro del Grupo de Ecología Costera, este experimento pone de manifiesto la "importancia de entender as interaccións entre as especies mariñas e a contorna, proporcionando resultados máis realistas e aplicables que investigacións anteriores".
El experimento reveló la influencia de la planta marina Zostera noltei en la regulación de la salinidad y el efecto mitigador en eventos ambientales extremos como las olas de calor.
Como explican los investigadores, normalmente en las zonas estuáricas, durante la subida de la marea, la salinidad aumenta debido a la influencia del mar, mientras que durante la bajada de la marea, la descarga de agua dulce disminuye la salinidad. Con todo, eventos climáticos extremos, como intensas precipitaciones, pueden causar fluctuacións significativas, afectando a la salud de los bancos marisqueros.
Los resultados de este estudio sugieren que la implementación conjunta de Zostera noltei y el cultivo de almejas puede ser una estrategia efectiva para fortalecer la resiliencia de los bancos marisqueros frente a eventos ambientales extremos, proporcionando un enfoque sostenible y práctico para la gestión de los recursos marinos.
En cuanto a las especies de almejas, la investigación establece que la Ruditapes philippinarum (almeja japónica) es la más resistente a eventos de baja salinidad, seguida por Ruditapes decussatus (almeja fina). La Venerupis corrugata (almeja babosa) mostró ser la más afectada, experimentando una alta tasa de mortalidad y efectos fisiológicos adversos.
El investigador también recuerda que "a pesar dos beneficios que ofrecen as pradarías de Zostera, existe unha controversia no sector marisqueiro debido ás dificultades que presenta o raizame para a extracción de recursos".
"Aínda que estas plantas mariñas a miúdo son percibidas como obstáculos, os resultados deste estudo suxiren que son beneficiosas ou, polo menos, neutras para as especies de ameixas en cuestión, xa que non atopamos ningún efecto negativo da Zostera sobre estas especies de ameixas nos nosos experimentos", añade Salvador Román.
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