Un pontevedrés demanda a sus hijos por la herencia de su ex esposa, ya fallecida, pero no consigue demostrar que pagase nada durante el matrimonio
Por Redacción
El Juzgado de Primera Instancia número 2 de Pontevedra ha echado por tierra las pretensiones de un hombre que, tras el fallecimiento de su ex esposa, reclamaba a sus hijos por la herencia de ella, pidiendo que le pagasen por el dinero invertido en la vivienda familiar que, tras el divorcio, le quedó a ella y ahora heredaron sus descendientes.
Este hombre presentaba demanda contra sus tres hijos. Se casó con su ex esposa el 31 de diciembre de 1978 y estuvieron casados cerca de 20 años, hasta que el 30 de junio de 1998 se dictó sentencia de separación. Tras el divorcio, los hijos alegan que nunca les pasó pensión de manutención a pesar de que estaba obligado.
La mujer falleció en octubre de 2020 y, dos años después, demandó a sus hijos pidiendo la liquidación de la sociedad de gananciales. Pretendía la formación de inventario de los bienes de la sociedad de gananciales del matrimonio para su posterior liquidación y el caso llegó finalmente a juicio por falta de acuerdo entre ellos.
El padre demandaba a sus hijos reclamando que le pagasen el valor de las obras realizadas en la vivienda familiar, situada en Ponte Caldelas. Ellos mostraron su desacuerdo y, una vez que el caso se judicializó, demandaban a su padre por las deudas que su madre pagó de la empresa que su padre fundó mientras estaba casado.
Tras celebrarse el juicio, el juez dictó sentencia desestimando las pretensiones de todos y, como consecuencia, acordó que no procede aprobar el inventario de la sociedad de gananciales.
El padre demandaba que durante el matrimonio se construyó una vivienda en un terreno propiedad de su ex esposa que se convertiría en vivienda familiar. Alegaba que se invirtieron 60.000 euros de dinero ganancial, por lo que los herederos de su ex esposa debían pagarle por ese dinero.
El juez no le da la razón y concluye que no hay pruebas de que la casa se pagase con dinero del matrimonio ni tampoco que se invirtiese ese dinero. El demandante no aportó contratos ni facturas y la sentencia concluye que "ni ha quedado acreditado el empleo de dinero ganancial para la construcción ni menos aún que se emplearan 60.000 euros".
Al respecto, los hermanos de la fallecida declararon durante el juicio que la vivienda se construyó con dinero de su difunto padre y que él fue quien la diseñó. Uno de los hermanos explicó que él ayudó a construir la casa y que los materiales los pagó su padre, y que incluso su ex cuñado tenía deudas por esa época.
Sus hijos añadieron a la sociedad de gananciales la empresa de representación y espectáculos y la orquesta musical fundada por su padre durante el matrimonio señalando que su madre pagó deudas de esa empresa durante el matrimonio.
Sin embargo, no ha quedado acreditada la constitución formal de una empresa. En la Agencia Tributaria no consta que hubiese estado dado de alta en el Impuesto de Actividades Económicas.
El juez concluye que es cierto que este hombre consta como contratado por las comisiones de fiestas de numerosas localidades, dado de alta como artista en el año 1994, pero no existen datos para vincular esa contratación con la constitución de una empresa. Tampoco consta que se ejerciera ninguna actividad laboral en los años siguientes, hasta la separación.
En 2001 volvió a estar de alta como autónomo y aparece una actividad de "gestión de salas de espectáculo", pero ese negocio es posterior a la separación, con lo cual no existe constancia de que se emplease dinero ganancial.