Julia Castro
Segundo round: el saco de boxeo contraataca
Comienza el combate. Un cuadrilátero de boxeo con proporciones bíblicas, pongamos que su superficie mide el tamaño de la Tierra. Algunos hombres golpean sacos de boxeo con chulería, hay quienes eligen ataques bajos, cortos, continuados; otros optan por impactos cruzados, psicológicos, menospreciando al saco de boxeo en público, en sus hogares, en presencia de sus hijos y de sus amistades.
Debido a la gravedad de la situación, existen sacos de boxeo que, a punto de tirar la toalla, solicitan ayuda, se salvan por la campana. En otras circunstancias no hay reanimación posible ni el asistente ni los árbitros son capaces de frenar la tragedia, el saco de boxeo queda fuera de combate. No se ha protegido a la víctima y el público impotente recibe la noticia como un puñetazo en el estómago.
Cuántas mujeres tratadas como sacos de boxeo han estado contra las cuerdas en términos familiares, culturales e históricos. Sin embargo, han decidido enfundarse los guantes, no es una pelea, es una lucha de derechos, las reglas han cambiado con sudor y lágrimas.
Segundo round: el saco de boxeo contraataca. Esquiva los ataques, se mantiene en pie defendiéndose con ganchos y derechazos. Sin duda, ha dejado de ser un saco de boxeo, la mujer avanza en independencia y libertad. Empoderamiento personal, logros sociales.
En este ring, por supuesto, están presentes hombres tolerantes, orgullosos de sus compañeras de vida, de trabajo… Menos mal. Como decía el protagonista de la película Dangal: «El oro es oro, sea una mujer o un hombre». Me gustaría recomendar este filme basado en hechos reales: un boxeador renuncia a su sueño de competir por las obligaciones de su trabajo. Desea que su hijo prosiga sus pasos para alcanzar una victoria para su país, India, pero su mujer no da a luz a varón alguno. Parece que el destino es su propia lucha.
Bollywood nos muestra una sociedad reacia a la evolución social de la mujer, no obstante, asistimos a un giro de guion: dos hijas se defienden de los insultos de sus compañeros peleando por defenderse. El padre cambia su mentalidad, se convierte en su entrenador personal para que consigan ser luchadoras profesionales en boxeo.
¿Cómo imaginas que continúa la historia? (Aviso, se aproxima un spoiler).
Una de las hijas, Geeta Phogat, gana la primera medalla de oro de India en lucha libre femenina. La competición se disputa en los Juegos de la Commonwealth, Nueva Delhi, 2010.
Si en "esta vida se ha venido a jugar", la igualdad es una victoria donde nadie pierde.