Pedro De Lorenzo y Macías
Don Manuel Couceiro Núñez: Sus vicisitudes y sus vivencias. Segunda parte
Don Manuel finaliza filosofía en el Monasterio de Poio. En su estancia había fallecido su madre. Ante la duda razonable de seguir en la Orden Mercedaria, se enfrentó a su nuevo caminar en la senda civil.
Deja el monasterio, que siempre lo tiene en su recuerdo; cumple con el Servicio Militar. Su padre estaba muy agravado por la sordera y le concedieron la invalidez; era maestro del Sartal – Poio. En la edénica finca del Monasterio va aflorando sus vivencias.
- Gracias a las enseñanzas y estudios en este Monasterio Mercedario de Poio, tuve menos dificultades para abrirme camino en lo laboral, en lo académico en los duros años del 60.
Tenía un hermano mayor en Madrid y me llamó. Convalidé mis estudios y trabajaba en un almacén. Pronto se fue a “lo desconocido” y quedé desorientado. Su cuñado me facilitó un trabajo en el inicio de la Central Nuclear de Almaraz (Cáceres).
Su inicio fue en 1973 . Entré en el departamento de planificación; a los dos años me incorporaron al Departamento de Seguridad e Higiene.
Me matriculé en cursillos para planificación y vigilante de centrales nucleares. Los directores de esta Central siempre me apoyaron en realizar dichos estudios.
Eran muy peculiares y todos sus contenidos iban en la protección de riesgos y conocer todos los dispositivos de la Central Nuclear.
Tenía dos Unidades. La Uno empezó a operar en 1981 y me concedieron la plaza. Primero en Planificación y después en Vigilante de Seguridad. Estuve en ella unos 38 años prestando diversos servicios.
¿Fueron muy duros los módulos que tuvo que realizar para desempeñar un cargo de alta responsabilidad en Almaraz?
- Todas las especialidades son asequibles. Es necesario el esfuerzo, disciplina mental y tenacidad. Estos valores los adquirí en mi estancia en el Monasterio Mercedario de Poio.
La Dirección de la Central Nuclear, cada año, nos aconsejaban unos cursillos sobre los nuevos sistemas para prevención de riesgos. Los costeaban ellos. La seguridad de la Central Nuclear de Almaraz era más segura que una bombona de butano.
¿Cómo reaccionó el pueblo por la ubicación de la Central?
- Los pueblos colindantes estaba muy satisfecho con la central, ya que proporcionaba riqueza y empleo. El Municipio de Almaraz solicitaba que se construyese otro reactor, ya que esta era una fuente de riqueza para el pueblo y para el ayuntamiento. Recibía tipo de impuestos unos 900 millones de pesetas al año. Con ello se generó empleo indirecto y riqueza para todos los distritos de Almaraz.
Creo que esta central fue acosada con muchas manifestaciones, solicitando su cierre por peligro de radiación y contaminación del embalse.
- No eran personas del municipio. Venían de otros lugares e iniciaba sus reivindicaciones a todo bombo y platillo. Algunos medios resaltaban estas manifestaciones, desconociendo el funcionamiento de la Central Nuclear.
Te contaré un hecho. Era mi turno y llegaba para entrar en la Central; en la puerta estaba una persona sentada y con pancarta.
Le saludo y me intereso por él: “Estoy esperando por los demás. Yo no tengo nada con la Nuclear. Nos pagan por armar jaleo y hay que buscar el sustento para vivir. Nos contratan para varias manifestaciones que estimen oportunas para sus intereses políticos”.
Comprendí que cuando la política mete sus narices en las empresas, éstas quiebran o se van a otro país. Las depuradoras eran las mejores del mercado. El agua de la Central era la que bebíamos los trabajadores, ya que, realizados los análisis correspondientes, tenía mejor calidad que la del Municipio.
¿Cuánto tiempo estuvo ligado laboralmente a la Central Nuclear de Almaraz?
- Unos treinta y ocho años. En 2012 me jubilé, ya mis hijos iban desarrollando su vida laboral y familiar. Mi esposa y yo habíamos planificado varios viajes a lugares de otros países. Enfermó de alzhéimer y estábamos lejanos de nuestros familiares. Duró dos años, éstos fueron los más tristes y penosos de mi vida; falleció y volví a convivir con la soledad. Decidí volver a mi tierra, esta ciudad de Pontevedra.
Con su gran experiencia en una central, ¿qué opinión tiene sobre el conflicto de ENCE, en la ría de Pontevedra?
- Soy apolítico. Creo que Celulosas tiene las mejores depuradoras y no genera contaminación de nuestra ría ni riesgo para la salud pública.
Estamos en un debate político y eso es nefasto para generar empleo. Sí los mandatarios luchan por su cierre, a mi criterio, deberían primero lograr que se estableciesen empresas de trabajo estable. Recolocar a todos los empleados de ENCE en las mismas y luego proceder a su cierre.
El destruir es fácil, pero el generar empleo estable es laborioso y se necesitan personas capacitadas sin cadenas políticas. Es triste pasear por nuestra ciudad; ves que el pequeño autónomo, las empresas familiares, van cerrando. No hay una planificación ni ayudas para estos colectivos y vamos camino de un municipio pobre, con personas en el umbral de la pobreza, sin oferta laboral para nuestros jóvenes.
Observo que los mandatarios solo piensan que su ideología es la única verdadera, sin respetar otros planteamientos de los habitantes de este municipio.
Gracias, Don Manuel. Completamente de acuerdo con sus sabios planteamientos. Piensan, las mentes portentosas que nos gobiernan, que vender la ciudad cómo ejemplo ecológico, puede vivir del turismo.
No tienen en cuenta que el turismo es un parámetro inestable. Creo que nuestro Ayuntamiento necesita de personas que gobiernen para todas las parroquias, no para sus propios intereses.
Me despido de Don Manuel y lo dejo en la Finca del Monasterio
Mercedario de Poio, recordando sus vivencias.
Ensayo: Copyright © Pedro de Lorenzo y Macías.
Fotografías: Copyright © Miguel Selas Canga.
Fotografías: @Manuel Couceiro Núñez