Pedro De Lorenzo y Macías
Don Manuel Couceiro Núñez. Sus vicisitudes y vivencias. Primera parte.
Nació el 21 de septiembre de 1941; sus padres fueron maestros en Sartal – Poio y miembros de la Orden Terciaria de La Merced. Ya de niño, todos los sábados asistía a la Misa Sabatina en la Iglesia del Monasterio Mercedario de Poio.
Le embelesó el canto gregoriano y el observar cómo los monjes salían de la sacristía con sus hábitos blancos y un cirio en la mano; se iban colocando en dos filas por el aforo principal de la Iglesia; entonaban la Salve Regina Gregoriana.
Hizo amistad con muchos mercedarios y empezó a soñar en seguir el camino de ellos. Finalizados los estudios básicos, ingresó en el Postulado de Herencia estudiando 1º y 2º de bachillerato, finalizando el bachillerato en Sarria – Lugo. Volvió a Herencia donde hizo el noviciado. Realizado éste, ingresó en el Monasterio de Poio, estudiando filosofía.
Sentado en uno de los parques de la finca del Monasterio, nos va detallando sus recuerdos, sus vivencias.
- Era Superior el Padre Vallejo. Conocí a Fray Antonio Rey Soto, una gran eminencia en todos los géneros literarios. ¡Ya sufría achaques! Su vida fue dura y nada fácil. Fue el embajador de nuestra cultura en América.
Era muy exigente y perfeccionista. Nadie quería ayudarle en sus misas. Me tocaba a mí en todos los sorteos. Duraba la celebración más de una hora. Pronunciaba mal una palabra, la repetía las veces necesarias hasta que se escuchase perfectamente. ¡Cuántos dolores de cabeza y rodillas!
Había donado su biblioteca para el Monasterio. Ésta estaba en el Palacete de Santo Ángel en Ourense y el pueblo se negaba a que se la llevasen. Varios coristas, vestidos de soldados y con gorra fueron a rescatar su biblioteca; la gorra era muy necesaria, ya que cubría nuestras coronillas de frailes. En mi tiempo se estilaba; uno se la hacía a otro y viceversa. Alguna vez no salía perfecto el redondel y la única manera de repararla era acudir al experto y terminabas con una gran coronilla.
No sé quién urdió la estrategia. Creemos que fue el Padre Vallejo. Ocuparon asientos en el camión militar y viajando a tierras orensanas, ya anochecía. Llevó dos noches en empaquetar en cajas todos sus libros, cuadros y otros enseres; también su despacho y los recuerdos en su viajar por distintos países.
Traslada la biblioteca al Monasterio, hubo que acondicionar salas para tan valiosa biblioteca; en sus recuerdos, tenía varias obras de Castelao y cartas del mismo que le solicitaba consejo en algunas materias.
En 1962 se trasladó a Madrid, viviendo con los PP. Mercedarios. En ese año abandoné el Monasterio e inicié un nuevo caminar.
¿Has conocido a Antonin Marek Macourek?
- Creo que su primera visita fue en 1958-9; yo lo conocí en el año siguiente. No teníamos vacaciones en verano. Él nos dio un cursillo de Francés, dibujo y cómo realizar los mosaicos. En 1960, viendo el gran interés de todos nosotros, estudiantes de filosofía y teología, le engatusó el Monasterio; crea la Escuela de Mosaicos y enseñó a muchos, sobresaliendo Fray Laureano García Sanmillán, que posterior realizó sus proyectos y regentó la Escuela de Canteros.
Por hoy, creo que ya hablé demasiado. Dentro de unos días, prosigo con mis inolvidables recuerdos sobre Machourek y el Monasterio.
Gracias, Don Manuel. Nos vemos para la semana. Ya nos hablarás del régimen de estudios y recuerdos. Interesa qué libros, objetos, enseres que guarda la Biblioteca de Antonio Rey Soto; cómo era Machourek, su pintura, sus bocetos.
Ensayo: Copyright © Pedro de Lorenzo y Macías.
Fotografías: Copyright © Miguel Selas Canga.