Pepy G. Clavijo
Carnaval
Se acerca el carnaval. Este año será diferente porque los disfraces no irán por las calles y Ravachol se quedará en casa. De todas formas, algo diré de este festejo que cada año alegra las calles con su colorido y bullicio.
Los antiguos romanos honraban al dios Saturno con coloridos festejos, naves transformadas en carros, recorrían las calles seguidas de gentío en caravanas burlescas.
Estos carros se llamaban cursus navalis o car-navale que equivalía a carros navales, de esto deriva el carnaval actual con sus disfraces y serpentinas, las fiestas saturnales romanas en un principio tuvieron carácter religioso.
Los carros iban tirados por un caballo blanco y otro negro, su conductor llevaba dos máscaras, una trágica y otra cómica.
En las fiestas saturnales que se celebraban en Roma, se solicitaba el favor de los muertos que iban de blanco. En Venecia, en el siglo XII es donde nace la máscara para completar el disfraz, surgiendo el personaje de Arlequín.
Hasta el siglo XIX fue creciendo el carnaval como expresión de una alegría fugaz. En el Carnaval reina el dios de la risa que se llama Momo, fueron famosos los carnavales franceses sobre todo los de Provenza y Borgoña, actualmente es Niza la heredera de ese esplendor.
En Bélgica, que mantiene el brillo de otros tiempos, desfilan durante tres días y tres noches los "gilles", luciendo bellísimos trajes y lanzando naranjas al público.
España siempre rindió honores al Carnaval, sólo en tiempos de Felipe V, a principios del siglo XVIII estuvieron prohibidos, al llegar Carlos III se restablecen las fiestas celebrándose lujosos bailes de máscaras, fueron célebres las del Gran Liceo de Barcelona.
Durante la Dictadura también se prohibieron aunque se siguieron celebrando en algunas ciudades españolas como Cádiz y Tenerife con el eufemismo de "Fiestas de Primavera".
Pontevedra fue otra de las ciudades famosas por sus carnavales y dentro de la provincia los Carnavales de Cobres tienen gran relevancia.
Pero donde se desfigura más la personalidad es en el "Carnaval de la Cardiña", llevan las mujeres pañuelo al cuello, amplias faldas sueltas de variadísimos colores, mantones de manila y grandes sombreros cubiertos de plumas y abalorios, con multitud de collares, sortijas (alguna de gran valor).
La fiesta se desarrolla durante varios días, se reúnen mozos y mozas y recorren las aldeas de la parroquia, forman un corro y allí cantan y bailan acompañados de gaitas.
Las "madamas" son mujeres, así como "las de blanco" (llevan faldas blancas hasta los tobillos) los "galanes" son hombres que acompañan a las mozas en los recorridos, llevan sombreros y calzones blancos.
Las propinas que recogen son para financiar los gastos de estos festejos, si sobra algo lo celebran con una cena.
¡Qué os divirtáis mucho en estos carnavales, es lo que es deseo, queridos antiguos alumnos, con o sin disfraz!