Marisa Lozano Fuego
Que nos coman el moño
Como sabemos, la ciencia culinaria en Galicia es casi religión. En España también. Sí, manjares enxebres, varios, deliciosos, seña de identidad de cada comunidad autónoma, marmitako, fabes, zamburiñas, migas, cochinillo, tortilla de patatas. Española. La francesa lleva queso. Es curioso porque cuando aparece en la mesa nadie le hace ascos, por mucho que se postule enemigo de la monarquía. Aquí la tortilla española, la come to Dios, aunque sea ateo. Una de las contradicciones inherentes al ser humano.
Cuando llega la hora de poner pasta, oh, no, ahí tampoco hay colores. No rechazamos un pago “fascista” y tampoco “comunista”, nopi.Cuando hay hambre y cobrOs, todos los colores son iguales. Y todas las nacionalidades valen.
- SÍ, joder, dame una tortilla.¿Francesa?
-No, coño, la que lleva patatas. ¡Tortilla española!
-Shh… ¡que eres republicano!
-No importa tío, hay hambre. Pero no lo cuentes…mira alrededor con sospecha. El resto come pimientos Padrón. Uns pican, outros no..la tortilla es valor seguro.
“¡Nosotros apoyamos a los trabajadores, somos la Hormiga! “(quien dice eso dice Cucaracha, Saltamontes, etc, no me gusta excluir especies)
- Sí , bonitos, pero si soy un/a empresario/a y os ofrezco una ayudita…¿aceptaríais?
-Coño, trae pacá, que o diñeiro no n ten color.
-¿E ó rapaz/ rapaza que lle dicimos?
-Pois que era un caso moi difícil..facémoslle o teatro, e que pague…
-¿E o contrato falso que lle fixeron?
-Bahhh iso non pasa nada, seguro que non ten nin a EXB , ista/iste vai de mona e non se entera…
Subestimar a la gente es frecuente en ciertas situaciones vulnerables.Confundir sensIbilidad con idiotismo, un poco delito, si es.
-Pero si o/a empresaria es “facha”…¡isto vai contra os principios do mindicato!(disque xente honrada, tamén hai…)
-Pero ten perras…
Ti trae pacá e cala..agora vamos coa traballadora. Ista noite mariscada, carallo!!
-Caanto o sentimos, miña xoia, non ter levado o caso ben…é que era moito complicado.Pero ti paga, paga que temos dereito a un pelllizco.Paja hostia, ou denunciamoste por isos vinte euros,que nos tocan mais a cuota centenaria do collón, e non dijas que aquí niguen te amenazou!!!!! (berridos a porta pechada). Pregunto si un sindicato es fascismo.Me mandan callar.Todo claro.
Conclusión.Aquí paga to quisque , y la praxis negociativa va a favor de quién tiene mayor bolsillo.Apasionante.Decepcionante.Nada contra los bichos, por supuesto.
Mero caso hipotético , me lo contó la amiga de una amiga disgustada con cierta praxis bidireccional. Ser Judas, le llaman.También. Normal que haya tantas situaciones laborales irregulares. Pero tú psindícate, que vas bien.Es como ir al psiquiatra. Eso si, trae dinero.Que si no, no te representa la Hormiga ni el Saltamontes.Y si hay juicio, espera que llevan SU parte. Mu grande. Y por la otra, también. Mola estar liberados. Trabajar molesta.
En fin, hay cosas que nos unen. Por encima de bandos e ideologías . Una de ellas es la comida.
Seguro que La Familia Real come fabes rojas, si va a Asturies, y le saben a gloria. Seguro que el señor del Moño come tortilla española, y eso no ataca sus principios ideológicos.¿Lo veis?
La concilación cromática es pura cuestión de supervivencia.
Por eso tengo un pensamiento tan extraño, he observado que en ciertas facetas los colores pueden variar. Como las direcciones. Soy un poco disléxica, es cierto. Por eso no tengo carnet de conducir.Y confundía derecha izquierda, centro y pa dentro. Tampoco tengO sentido del equilibrio. Si me marean, me pierdo mucho. Ni del conducir ni el otro, pero igual me hago uno. Ahora, de Hormiga, o Saltamontes, no será Me bastó la experiencia. Digo, perdón, es un caso hipotético.. Mi amiga quedó un poco jodida, empezó a perder trabajos, le dio una depre, y le dijeron que tuviera cuidado que le podían joder la vida. Pero bueno. Va sobreviviendo. Eso sin, sin Hormiga. Es alérgica. Peor el remedio que la enfermedad. Gracias, hasta nunca, un besito. Es que fue mal aconsejada.
Lo dicho.Es importante integrar. Y últimamente hay dos sectores que nos permiten hacerlo: la peluquería y la cocina. Sí, si, durante el confinamiento se podía ir a la pelu.No pasear, no ir a casa de tu hijo, hija, no sacar al perro so pena de los polis de balcón…pero ir a la pelu, coño, es un derecho constitucional. Así que todo el mundo come, y se arregla el pelo, en las circunstancias que sea. Son necesidades básicas. Defecar, no tanto. La Sanidad y la Educación, papas.
Comer tortilla del país, y hacerse moños. Eso es importante, de hecho lo sigue siendo. Un moño es símbolo de muchas cosas.Recogimiento, mesuración, arte.En las pelues se los curran durante horas. Les dan vueltas y los retuercen. Les ponnene horquillas. Algunos son de boda. Otros, de postín.Pero oh, no. El moño más cool es ese de manufactura casera, con un par de dedos y un lápiz en medio.Para estudiar.Sin laca.Con el pelo no demasiado limpio. O el que te pones para ducharte, recogido, que para no mojarte, que te mojas igual al final porque te llama Fulanita para venderte un seguro de decesos preguntando si eres Ismael, y cuando le dices tres veces que no eres Ismael ni estás muerta (aún no habías escrito este artículo) pues se descojona y cuelga.Y claro, tú en pelotas, resbalando el jabón por tu cintura y el moño salpicado de champú del LIDL. Ese moño tiene poder.Erotismo. Sí, poder en si mismo, el poder de la casa, del pueblo, del poder de arengar las masas, el erotismo de lo efímero y lo falso de las promesas.Pero rima, sí, con Otoño, con madroño…así que sí, el moño.
Peluquería y cocina.Hambre y peinados. ¿Por qué no integrar? Hace mucho que nadie me come la cabeza, a veces es cierto, lo intentan. Pero he pensado que en ese caso podrían empezar por el moño. Últimamente es un producto estético genial, lo vemos en televisión, en el Congreso, debe ser un símbolo de liberación. Lavarse o no, ya queda a criterio personal. La verdad es que creo que a mucha gente le gustaría comerme el moño. Pero no se atreven. Está un poquito fuera del alcance. Soy cabezona. Mas no importa, de verdad lo estoy deseando. No deseo nadie pase hambre. Y tal vez me agrade probar los ajenos. ¿Por qué no? El canibalismo es un tabú social demasiado fuerte. Cuando ingerimos Corpus Christi, lo dice una creyente confesa, pues simbólicamente cometemos canibalismo. Cuando hacemos una de esas cosas orales, pues también.
¿Qué hay de malo en comer un moño?
Invito por favor a todas las personas radicales, sectarias, violentas y hambrientas de poder fáctico de esas cúpulas que gobiernan mi querida España, o de las que lo hicieron o quieren hacerlo y no son buena gente,(los hay que sí) a los y las que me o nos dañaron por alguna “extraña consigna” en un pasado , a que por favor me coman el moño. No deseo nadie pase hambre.
Pueden empezar por el mío, y luego continuar. El tema es que luego debiera ser recíproco, es decir, comerles el moño a ellos. Y parece que solo hay uno. Que no, que lo justo es que el pueblo se sacrifique, claro que sí, para alimentar a las cúpulas. Así que hale, todo Dios con moño a alimentar a esos que necesitan todavía sueldos más altos y divisiones convenientes.
Total, no es tan grave el problema de la pandemia, es más importante sacarse tramas de corrupción o atacar a la Constitución . Claro que sí, ningún interés, la Mepública NO tiene un Presidente!¿Cómo va a haber un oscuro deseo de poder? ¡Es por el bien del pueblo, hombre!!
Quítate tú, que yo me pongo.Y conste que somos mu majos, pero nos gusta que nos coman el moño.Pues señores, a mí también. A quien le apetezca, le invito. Puede resultar delicioso, no es indigesto, se lo juro. Hombre , tal vez para una hormiga sí lo sea.Y si alguien no es muy lista, a lo mejor también. A la gente diestra no le pasará nada. Saben que mi postureo ideológico es un proyecto de investigación social.Y que aunque enemiga de radicalismos, siempre me gustó vestir de celeste, es cosa que llevo en la sangre aunque ningún documento acredite. O aunque mis bragas sean rojas.Y aunque me guste jugar al despiste. O más bien, hayan jugado conmigo.
Por favor, deseo me coman el moño. Nos coman el moño. A las personas que no tenemos más que pelo, y la dignidad de peinarlo todos los días con la dulce ilusión
de ir a trabajar. A cuidar a nuestros seres queridos.En un clima de respeto y amor. Para que nadie pase hambre.
Cómanme el moño, por favor. A mí no me apetece comer nada, últimamente prefiero hacer dieta. Alguna praxis se me ha atragantado. Cómanme, cómannos el moño. SU GARGANTA SE LO AGRADECERÁ.