Rodrigo Cota
La culpa es de Fari
Las crisis las pagan quienes no las provocan, pero lo peor de una crisis es que la gran mayoría de sus víctimas acaban sintiéndose culpables. Me lo decía el otro día mi amigo Fari mientras tomábamos una caña: Todo el mundo acepta el discurso oficial, pero yo no tengo por qué tragarme esa mierda de que estamos así porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. No estoy dispuesto. Yo he vivido siempre a la medida de mis posibilidades: "trabajé durante quince años seguidos hasta que la crisis me dejó sin empleo. Y durante esos quince años no pedí una hipoteca, no me metí en un megacrédito para comprarme un coche más grande que el de mi vecino y mis vacaciones eran de camping; no frecuentaba lugares caros ni era amigo de lujos, entre otras cosas porque no van con mi carácter; no gastaba más de lo que ganaba y me limitaba a vivir de mi sueldo haciendo lo imposible por llegar a fin de mes. Así que aun por encima, que no me toquen los cojones echándome a mí la culpa".
Y pensándolo bien, tiene más razón que un santo. Sin embargo, paga la crisis como el que más y tiene que escuchar una y otra vez eso de que la culpa es de todos, que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Me sorprendió que se rebelase contra esa cantinela, más que nada porque casi nadie lo hace. Todos nos sentimos culpables en una u otra medida.
Y es que incluso los que sí pidieron una hipoteca y ahora son desahuciados son tan inocentes como mi amigo Fari, o casi. El problema no es que no puedan pagar su piso. El problema es que no pueden pagar a la vez su piso, el nuevo pabellón de su pueblo, la Cidade da Cultura, el aeropuerto de Castellón y las comisiones de Urgangarín, por ejemplo. Eso ya es demasiado pedir. La Cidade da Cultura ha costado más que todos los pisos que se han embargado en Galicia, pero a los responsables de ese verdadero despilfarro nadie les monta un ERE ni les quita su vivienda. Por embargar ni siquiera les embargan la puñetera Cidade da Cultura, esa porquería monumental, que si la admitieran como dación en pago nos harían el favor de no tener que pagarla ni mantenerla de nuestro bolsillo a base de recortes e impuestos.
Aquí los verdaderos responsables, quienes de verdad han gastado nuestro dinero y han vivido por encima de sus posibilidades y de las nuestras siguen viviendo exactamente igual que antes o mejor. Y lo curioso del caso es que son ellos los que echan la culpa de la crisis a mi amigo Fari, que hace bien en estar hasta los huevos.
6.11.2012