Guillermo García de la Riega Bellver
Supuesta Nobleza de Cristóbal Colón
Me han vuelto a invitar para que hablé sobre mi supuesta nobleza, que algunos autores me han otorgado, sin yo saberlo. Aluden que un plebeyo nunca podría tener acceso a la corte castellana, pero yo creo que eso es más una conveniencia para poder alegar ciertos orígenes y descendencias.
Lo primero que habría que evaluar es si en la corte castellana había solo nobles o había plebeyos, así tenemos algunas personas, que yo recuerdo, que no eran nobles y estaban trabajando en la corte de mis Señores reyes, algunos me ayudaron para acercar mi proyecto a sus Majestades:
Fernando del Pulgar, Pulgar fue cronista en la corte durante la guerra de Granada, fue llamado por Isabel la católica en 1481 para ser cronista de la corte. Lucio Marineo Sículo, Lo llamó el Rey Fernando a la Corte y le nombró capellán suyo y cronista. Hernando de Talavera, Llamado a la Corte por la Reina Isabel, fue su confesor, nombrado Obispo de Avila y Arzobispo de Granada. Juana Torres, Ama del príncipe Juan, hija de comerciante Judío en Sevilla. Jhoan de Coloma, Era el Secretario del Rey de Aragón y actuó como Secretario en las Capitulaciones de Santa Fe. Luis de Santángel, Escribano de ración del Rey Fernando. Francisco Pizarro, Pizarro fue hijo bastardo, criador de cerdos y sin cultura. Nació en Trujillo (Cáceres). Nombrado Gobernador de nueva Castilla- actualmente territorio Peruano y Marqués de los Atavillos. Amerigo Vespucci, florentino, empleado de comercio poco antes de la primera salida de Colón, participó en dos exploraciones del nuevo mundo, 1497 y 1499. Fue nombrado primer piloto mayor de la Casa de la Contratación, cargo nada menor sin ser noble. Pedro Martir de Angleria, fue un humanista y cortesano al servicio de los Reyes Católicos y de sus sucesores. Fue miembro del Consejo de Indias (1520-26) y cronista de Indias (1520).
Podría seguir, pero para no alargar este punto, simplemente confirmar que no hacía falta ser noble para tratar con los Reyes Católicos y estar en la corte. Quizás muchos no se den cuenta de lo que era la Corte en aquella época, era un nuevo reino formado por Castilla, Aragón y todos los territorios que estaban bajo su mandato. Un reino que tenía varios frentes abiertos la guerra con los musulmanes, los enfrentamientos con Francia, Nápoles. etc. Todo esto hacía que el reino facilitara la incorporación de nuevas gentes que le pudieran aportar ideas y especialmente dinero, ahí es donde encajo yo.
Por otra parte lo que yo viví en aquella época fue que los monarcas introdujeron una novedad: La posibilidad de la promoción social. La alta nobleza siguió participando en el gobierno, siguió desempeñando funciones militares y diplomáticas. En la reforma de la administración se hizo patente el criterio selectivo de los monarcas; primó la formación sobre linaje, y se intenta restringir el área de influencia política de la élite aristocrática para terminar con la inestabilidad política que había presidido a su reinado.
Los comerciantes y financieros pudieron adquirir un cierto status y ascender en el escalafón social gracias a su trabajo.También los que ejercían profesiones liberales, como una abogados, médicos o letrados, pudieron mejorar su situación, a través de su participación en la administración.
Recuerdo lo que decía Lucio Marineo Sículo : "tal fue la justicia que a todo se hizo en este feliz reinado que los nobles y los caballeros, los ciudadanos y los campesinos, los señores y los vasallos, todos en fin participaban igualmente en ella."
Parece que las personas olvidan que en aquella sociedad, mucho más cosmopolita y permisiva, era mucho más fácil la aclimatación social y cultural que hoy en día. Bastaba simplemente con tener un buen contacto y yo lo tenía. El haberme casado con Felipa Moñiz me posibilitó el poder relacionarme con la corona portuguesa y con la inglesa, la familia Moñiz estaba bien emparentada ni más ni menos que con el Duque de Braganza la casa más poderosa de Portugal, Beatriz de Avis y Braganza, tía de Isabel la Católica, era una Braganza e hija de Juan el Infante de Portugal Conde de Aveiro, que se casó con la princesa inglesa Felipa de Lancaster, nieta de Eduardo III de Inglaterra. Además la familia de Felipa Muñiz era prima hermana de la Marquesa de Montemor O Novo,
D. Isabel Enríquez de Noronha, en cuya casa trabaja Briolonja Moñiz hermana de mi mujer. La Marquesa era cuñada del Presidente del Consejo Real, Don Álvaro de Portugal, uno de los hombres más influyentes en la Reina Isabel la Católica, su prima, él me ayudó con mis reclamaciones a los Reyes. Ya tengo unos buenos apoyos para entrar en contacto con la Corte castellana y la inglesa, sin necesidad de haber sido noble.
También hay quién duda de que yo me pudiera casar con Felipa Moñiz sin ser noble, bueno quizás hay que recordarles que mi cuñada Briolonja Moñiz se casó con Miguel Muniar, comerciante Florentino, no era noble y en segundas nupcias con Francos Berdi, comerciante, y que tampoco era noble, por tanto cabe preguntarse si lo que es válido para mi cuñada, también sería válido para su hermana.
Por último tenemos la manía por parte de ciertos autores de no hacer caso de mis escritos, de mi puño y letra, si no se le da importancia y valor a los escritos de una persona, no me extraña entonces que se entre mucho mejor en el camino de la especulación, que siempre será más cercano a los intereses de cada autor, por ejemplo yo escribí en la carta dirigida a los Reyes Católicos, en mi primer relato del descubrimiento: "éstos me anoblecieron que dende en adelante yo me llamase Don", que es lo mismo que decir que nunca tuve ese trato.
También olvidan que en las actas de Santa Fé se dice claramente: "Otrosí que Vuestras Altezas fazen al dicho don Christoval su Visorey e Governador General en todas las dichas tierras firmes e yslas que como dicho es el descubriere o ganare en las dichas mares", es decir, que si no hubiera descubierto nada no tendría ningún titulo, solo si descubro. También olvidan esta otra carta dirigida a doña Juana de la Torre, en la que digo refiriéndome a los Reyes: "Adonde pudiera yo tener mejor arrimo… que en el Rey e la Reyna nuestros Señores, que de nada me han puesto en tanta honra…?"
También esta el que el Rey Fernando, no estaba de acuerdo con los títulos que se me concedían en las Capitulaciones de Santa Fe. Fue apoyado por las protestas de Talavera, el nuevo arzobispo de Granada, quien declaró que: "Tales demandas tenían sabor a un alto grado de arrogancia, y sería impropio en sus Altezas garantizarlas a un indigente aventurero".
Para que sirve que yo haya escrito esto, si no me hacen caso, esta claro que ante lo dicho no he sido noble, antes de llegar a Castilla, si acaso cuando me casé con Felipa sería noble consorte. Claro que si me hicieran caso no podrían explorar el camino de la especulación para reivindicar mis supuestos orígenes nobles
Espero que con esto sea suficiente para que ustedes comprueben, de una vez por todas, que de mis orígenes nobles nada de nada: ni fui noble mallorquín, hijo bastardo del príncipe de Viana; ni noble Corso; ni noble castellano, hijo bastardo de Aldonza Mendoza; ni noble gallego, hijo bastardo de Fernán Eanes de Soutomaior; ni noble portugués, Pedro Ataide. Quede claro que fui y sigo siendo Cristóbal Colón, que no es poco, dado lo conseguido gracias a mis conocimientos y a mi pasión por navegar y descubrir.
Decir que lo apuntado más arriba sobre la corte castellana fue corroborado, siglos después, por los estudios de: Isabel Enciso Alonso-Muńumer Doctora en Historia Moderna por la Universidad Complutense de Madrid, en la actualidad desempeña su labor docente en la Universidad Rey Juan Carlos. Libro: Los Reyes Católicos Consuelo Varela Bueno: Doctora en Historia por la Universidad de Sevilla.. Desde 1993 hasta el año 2000 fue Directora de la Escuela de Estudios Hispano Americanos.
Especialidad: Colón y los primeros años del Descubrimiento de América. Viajes españoles por el Pacífico.