Marisa Lozano Fuego
¿Te lo hicieron?
¿A ti te lo hicieron? A mí sí. A muchas sí. Muchas veces, mucha gente, de muchas formas. A veces sin que me enterara. Otras veces, de frente y sonriendo. Creo que algunos disfrutaron, algunas también, quiero pensar que otros no se dieron cuenta. Me lo hicieron con saña y con alevosía, se lo hicieron a otras, qué dolor, qué gloria, qué morbo. Qué náusea tan aterradora.
¿Te lo hicieron a ti? Venderte, juzgarte, matarte. Abrirte los principios, las heridas, echarte sal para que pudieras sangrar.
Me lo haré mirar, es cierto, seguramente magnifico, y los millones de mujeres que sufren esto, también.
Traicionarte, hacerte sentir indefensa, como si no valieras nada. Amenazarte, coaccionarte, atacarte tras una pantalla, amparados en el anonimato, juzgar tu vida amorosa, tus ideas, tu sexo. Mentir y amenazar con abatir tu reputación. Sabéis, oh sorpresa, no tengo. Mae West, cariño, eres genial "la he perdido, y no la echo en falta".
Al que nos juzgue, tú que sabes tanto de mujeres y de la vida… ¿Te lo hicieron? ¿En serio? ¿Y te gusta? Así que creéis que a nosotras nos encanta que nos fuercen la mente, la intimidad, que nos manoseen un coche y nos traten como ganado. Que nos pone que nos insulten, que nos motiva que nos vejen, porque tenemos el descaro de morderos y protestar.
Siempre hablan de un golpe físico, como si no pudieran herirnos con la lengua, la intolerancia, el silencio y la voz. Cercenarnos la libertad, el verbo, las sufragistas, las escritoras, las mujeres de hace siglos lucharon por la libertad.Y parece que involucionamos, que hoy en día la ternura no está de moda y no cotiza, parece que vamos hacia atrás. Así que algunas veces somos "niñatas de provincias con ínfulas de Nobel", pues observad cómo gritamos, os vamos a ensordecer.
Cuando nos matan el corazón, hay algo muy muerto por dentro, es sentir el alma herida y no poderla defender.
No creo que sean todos iguales, no quiero repetir un discurso exclusivista y extremista, tan solo quiero concienciar.
¿En serio creéis que se trata de política feminista? ¿Que el patriarcado no lo sostenemos todos, todas, que cada anuncio que sexualiza unos pechos, que cada paternalismo no nos suicida, que a tu hija, a tu madre, a tu hermana no le afectará? ¿De veras crees que esto es una lucha de sexos? Es una lucha por supervivencia. Le escribo igual a mujeres que a hombres.
Sabéis, yo me lo hice.
Me dejé pisar y cedí, me hipotequé el corazón en pro del amor, la amistad, culpé a mi educación y le pedí perdón a personas que me dañaron aunque el falocentrismo les impidió hacerlo conmigo. Retiré mis naves y mis palabras. Amé más a otros que a mí. Siento rabia, impotencia, grima, porque cada vez que no luchamos otra mujer muere por dentro.
Siento asco e impotencia de descubrir la hipocresía de tanta mente "igualitaria" que nos castiga por brillar.
De tantas mentes que creen que la cárcel son solo barrotes y que no te matan por dentro si te sajan la libertad.
Aumenté mi dosis de tranquimazines para que alguno durmiera tranquilo, para dormir tranquila yo y no abrirme las venas en canal.
Amienemigos que creyeron que volverme loca era divertido, muy divertido, por justicia, qué putas ganas de medrar. O personas que pensaron que mi vida íntima o la de algunas mujeres era tan, tan interesante, para hacerla pregón nacional. Me replegué por lástima, por cariño, por empatía. Pero ya no más, ya no nunca.
¿Hace falta que aparezcan cien chicas más asesinadas para que nos demos cuenta de que algo estamos haciendo mal, muy mal, con los pies, con la punta del nabo? ¿Hace falta que sigamos vendiendo camisetas moradas y flores para que veamos que la culpa de que esto pase es de todos, de todas, si?
Me lo hicieron, se lo hicieron, nos lo hicieron, eso y muchas cosas, ¿te lo hicieron a ti?
¿Te extraña que me defienda? ¿Te ofende que grite, que griten? ¿Que quiera justicia, que quiera hacerlo? Terminar con esta batalla, defenderlas y defenderme. ¿Feminazis? Y un cojón, tratamos de sobrevivir. Esto no es política, es vida, ¿exactamente a qué hay miedo? ¿A que además de votar, tengamos derecho a vivir?
La próxima señal de miedo, el próximo crimen, insulto, la siguiente amenaza a ellas , a su vida , a mi libertad…la mínima señal de alarma, la pasividad de la gente, el morbo de algunos medios, os lo juro…gritaré.
Gritaré y denunciaré sola, en comisaría, en redes, en donde sea, como sea, haré taekwondo y patearé.
Llevaré un spray de pimienta para que si algún sinvergüenza intenta meterme en su coche, a mi o a alguna de nosotras, le escueza la virilidad.
Tengo buenos amigos hombres, pero los hombres no cercenan, los que hacen eso no son hombres, son cobardes de profesión. Y si eres impasible, y permites que a una mujer le griten , la enfermen, la condenen o la devalúen, la culpa también la tienes tú.
Y cualquiera que no elevemos la voz al cielo, a los infiernos, siento mucho haberme dejado machacar y asustar. Siento mucho no tener dentro una varamágica, oscura, para exterminar la violencia con los ojos y con la voz. Siento mucho que algunas veces nos pongamos a la defensiva porque no soportamos un insulto, una palmada en el culo o una voz. Qué histéricas, qué exageradas. Qué putada, o qué coñazo (porque lo otro es cojonudo) silenciarnos para no gritar.
Este tema me lleva cabreando mucho, mucho tiempo, que nos culpen o devalúen mucho, muchísimo más. Que la víctima de la "manada" tuviera "una actitud pasiva", que se elucubre con la vida de una chica y su intimidad. Que se nos culpe, que se nos culpe por llevar una minifalda, o por ser tan descaradas de andar de noche por ahí.
Mirad, yo no sé lo que soy, si feminista o personista, soy una mujer cabreada porque siga pasando así.
¿Quién eres tú, te lo hicieron? ¿Te han llamado histérica, loca, te han dicho que lo imaginabas? ¿Qué tenías que ser un poco amable, que la culpa es tuya, que una mujer no se conduce así, que algo habrías hecho?
¿Te han dicho puta, trepa, zorra, tía buena, te han dicho pobrecita, tú no entiendes? ¿Han seguido cuando dijiste "para"?
¿Te han arrebatado a tus hijos, te han puesto la cara morada, te han tirado comida al suelo, te han tratado como mercancía?
Pues te lo hicieron, te lo hicieron.
No es culpa tuya, te quiero, te abrazo.
Es culpa suya, solo suya, de gente minúscula, sin corazón.
¿Otra mujer te ha juzgado por tu libertad sexual, te han dado la espalda cuando gritabas? Te lo hicieron.
Nos lo hicimos.
¿Culpa? ¿Victimismo? No, responsabilidad, cambiemos.
¿Qué vas a hacer? ¿Qué haremos?
Decirlo, decirlo, decirlo. Pelear. Tapar esas bocas. Apoyarnos. ¿Venís conmigo? Vosotras, vosotros, aquellas, aquellos que queréis realmente igualdad.
No pelearnos con el glande o con el clítoris, no hacer política comercial del morbo o demagogiar sin actuar.
¿Nos lo hicieron?
Se lo haremos.
Una insinuación fuera de tono, un mensaje inadecuado, una amenaza, una muerte…y saltaremos. Educaremos. Cambiaremos las agujas del reloj, daremos una vuelta al mundo, o daremos dos o tres.
¿Te lo hicieron? ¿Nos lo hicieron?
Te juro que no lo harán más.
Por encima de mi cadáver o por encima de mis letras.
Seamos nuestra revolución.