Cristina Ogando
Volver a empezar
No sé si han dado cuenta, pero ha terminado el verano.
A pesar de que es una obviedad más que clara en este artículo, por favor, piénselo. Ha terminado el verano. Vuelta a septiembre que la verdad, desde nuestra más tierna edad ha estado marcado por el «volver a empezar otra vez». Y sé que muchos han leído esa frase con la voz chillona de los niños del anuncio del Corte Inglés.
Pero es que es así.
Septiembre está aquí para quedarse y recordarnos que no podemos escapar de la rutina.
Exámenes de recuperación para muchos, volver a ver a los amigos del cole para otros. Si nos vamos a los estratos más adultos puede considerarse el escape de casa de los padres para volver a la tierna semi-independencia de tu piso de la universidad o un Erasmus tal vez. También es momento de despedirse de las vacaciones ¿ven eso que asoma? Es la depresión postvacacional que nos va a amargar los primeros días del trabajo. Durante las próximas semanas nos vamos a cansar de escuchar anécdotas de las maravillosas vacaciones que pasó fulanito en alguna playa paradisíaca (¿Por qué narices se va la gente a Punta Cana teniendo a Lanzada a veinte minutos? Es la gran pregunta) y por supuesto, no olvidemos Facebook. Ese gran invento que parece creado solo para algo: cotillear a tus allegados.
Septiembre también se puede considerar un mes de comienzo. Los más viciados saben a que me refiero.
Muchas series vuelven con nuevas temporadas o tras dejar el hiatus para llenar nuestro tiempo. Tardes en las que tendremos que estar en casa estudiando lo que provoque que la procrastinación sea muy real, o simplemente pasando el rato porque fuera llueve cual fin del mundo. También volverá el Intermedio, que teniendo en cuenta el verano que hemos tenido en cuestiones políticas van a tener mucho trabajo. ¡Gracias señor Trump!
Sinceramente, hagámonos a la idea. Se acabó la buena vida. Aunque ¿Quién dijo que las fiestas hayan terminado?
Galicia tiene mil tesoros, y uno de ellos son sus muchas, muchísimas fiestas que no terminan. El calendario sigue abierto hasta octubre, recuérdenlo. Sin embargo ¿Cuál es su última fiesta? A nivel personal, me refiero. Esa a la que van, respiran y se dan cuenta que ya ha terminado todo.
La mía, la de las filloas de Valongo.
Es ir allí, tomarme mi platito de filloas con la familia y ser consciente de que para mi se ha terminado el verano. Así fue cuando estaba en el colegio, el instituto, la universidad y, ahora que ya no me queda nada más a nivel académico, supongo que marcara el momento de buscar un buen trabajo. O emigrar. Total «de Jalisia ó estranxeiro hai catro metros e medio».
Así que, antes de deprimirnos, veamos septiembre como un nuevo comienzo. No todo se reinicia el uno de enero a fin de cuentas.
Bienvenida de vuelta rutina.