José Benito García Iglesias
La última "entallada" en la Ría. Primera parte
El 30 de agosto de 1957 Sebastián Beloso Martínez, conocido como "Corucho", nieto del señor Ricardo Martínez, a quien se le conocía como "Panderetas", organizaba la última "entallada" que se realizó en la ría de Pontevedra. Fue en las proximidades de Combarro (A Seca) y, según me tiene contado, fue la mejor de todas las que hizo, se recogieron entre 140 o 150 cestas de mújol ("múgel", "muxo") "albur" que era el que abundaba en esa zona. Un "múgel" más esbelto y de color acastañado que venía a los arenales, al bajar la marea, para rozarse con la arena y limpiarse la película viscosa que los recubría y que ellos mismos originaban, a la que las gentes del mar llamaban "limo", además, era más certero para predecir en los cambios de tiempo que el "múgel negro" de la zona de Lourizán. Por lo tanto, la entallada de Combarro era la más segura y por consiguiente más rentable, también era la de mayor tamaño.
Como "entallada" se conoce a uno de los métodos de pesca más antiguos y que se llegó a emplear en multitud de lugares, no solo en Galicia, desde los tiempos de la llegada del hombre al mar. Era un arte de pesca que se realizaba en zonas muy concretas de la ría, en las ensenadas, y destinada mayormente para la pesca del "múgel".
Debemos señalar que hoy en día el "múgel" es una especie denostada y que no existe demanda para su consumo, pero en aquella época, con la ría en otras condiciones, esta especie era muy popular entre las clases con poco poder adquisitivo, porque su precio era muy asequible a sus bolsillos, tan solo en épocas de escasez que su precio aumentaba o si se trataba de piezas de gran tamaño que se pagaban a mayor precio era cuando dejaba de ser accesible al bolsillo de estas clases más humildes.
Las "entalladas" que se realizaban en la ría las organizaban la familia de los "Panderetas", se realizaban en varias zonas pero cuatro eran las principales: 1) En Placeres. 2) En Lourizán en dos zonas, de Pontemuiños a Laxe do Cangallo, y de Laxe do Cangallo a la fábrica de la luz. 3) En Combarro (A Seca) desde la cruz de A Pinela hasta a illa dos Ratos y desde allí hasta la costa de Campelo. 4) En O Bao (puente de las Corrientes) los viejos "Panderetas" la hacían desde donde están los bomberos hasta la imprenta de la Diputación, aunque esta era muy trabajosa. Todas eran zonas donde al bajar la marea quedaban con muy poca agua, una ensenada ideal para montar la red de la "entallada" a modo de trampa.
Hay que tener en cuenta que los preparativos de la "entallada" comenzaban el día anterior, se necesitaban unas cuatro chalanas para trasladar, aparejos, vetas, estacas, "xangadas" y varas al lugar en donde se armaba la "entallada". Las embarcaciones que se utilizaban eran de remo (chalanas) de cinco metros de eslora por uno ochenta de manga, con unos diez hombres cada una, el número de hombres que participaban en una "entallada" andaba alrededor de treinta, treinta y seis como máximo, a los que luego se les unía más personas cuando ya eran los momentos finales de la "entallada", inclusive algunos furtivos que por la orilla intentaban sacar algún que otro "múgel".
La mejor época para una "entallada" era en el verano. Se realizaban entre los meses de mayo y septiembre, aunque la época más propicia era por San Juan, pues el clima era más fiable para predecir como actuaría el "múgel", se tiene hecho alguna en invierno, pero no era habitual. Lo normal era hacer dos en cada temporada, algunas veces incluso tres, si el resultado había sido bueno eso suponía pasar una buena época, en las temporadas en que solo se hacía una "entallada" significaba pasar hambre.
Al atardecer, con la marea baja, se preparaba la "entallada". La red, que se componía de varios tramos unidos, se extendía de una punta de la costa, donde se aseguraba un "chalón" (extremo del aparejo) hasta la otra costa donde se aseguraba el otro "chalón", cerrando así esa ensenada, se fijaba firmemente con fuertes estacas en los extremos y se aseguraba la parte inferior de la red en el fondo con piedras, estacas y vetas transversales, la parte superior, la que nos permitiría cerrar esa ensenada levantándola con la pleamar, se mantenía también sumergida sujeta con piedras.
Con la pleamar, cuando el patrón consideraba que era el momento propicio, ordenaba levantar la red de la "entallada". Uno o dos hombres desde el "chalón" tiraban desde el chicote y levantaban la parte superior desprendiéndose de las piedras que la mantenían sumergida, este tramo era de unos 50 o 60 metros y una vez que estaba en superficie se mantenía a flote por los corchos y desde las chalanas se levantaban el resto de tramos hasta completar su totalidad, por medio de unas varas que se asentaban a los flotadores se elevaba y se fijaban esa varas con cabos, acto seguido se ponían las "xangadas" de madera con forma de "X", una de sus patas se situaba por el lado norte de la red y otra por el lado sur, lo que permitía que la red se elevase a la altura deseada, un metro por encima del agua normalmente, para evitar que el "múgel" saltase por encima y se saliese del cerco de la "entallada", la distancia entre una "xangada" y otra era de unos 50 metros que se fijaba en la tralla y cada 25 se colocaba una veta.
Al finalizar esta operación comenzaba la extracción de la pesca. A lo largo de la red se instalaban uno o dos copos denominados "vitirón" ("viturón", "voitirón") y tenía como misión proporcionar una salida al "múgel" que entendía que por allí podía escapar de la trampa. El "vitirón" era una especie de copo abierto por la parte alta que quedaba fuera del agua y que tenía una chalana acodada, esperaba a que entrase el "múgel" y cuando alcanzaba un número que consideraban conveniente la cerraban halando los senos del "vitirón" con lo que se formaban la "enxagua" y seguidamente por medio de salabardos se extraía parte del "múgel" y se depositaba en la chalana. Cuando se había vaciado convenientemente, a fuerza de brazos se volcaba el copo en la chalana extrayendo así toda la cantidad restante y se volvía a iniciar el proceso abriendo de nuevo el "vitirón" y llenando el copo.
Todo este proceso se realizaba mientras las chalanas tenían calado suficiente para mantenerse a flote, cuando ya no era posible debía de realizarse a pie, con salabardos se trasportaba el "múgel" a la chalana, aquí solían participar los rapaces y los más jóvenes. La extracción de la pesca se realizaba entre marea y marea, en este espacio de tiempo el trabajo de extracción tenía que haber finalizado.
(Continúa...)