Vicente G. Rivas
Los amigos de Esperanza Aguirre
Curiosos los acontecimientos que se están produciendo en las últimas horas. No me refiero a lo del Papa, que también, sino a las noticias que rodean a empresarios, abogados o políticos que tienen o han tenido alguna relación directa o indirecta con el Partido Popular. Es evidente que la guerra interna en la formación que dirige Mariano Rajoy se ha reactivado (en realidad, desde su proclamación como líder, ha permanecido adormecida) y él está en medio del conflicto porque, para la otra parte, es el verdadero problema. En esta batalla, en una parte se sitúan sus defensores; nunca han sido muchos, aunque en el congreso popular de Valencia le respaldaran. Sin embargo, ese sostén simplemente perseguía, bien la protección de intereses personales o reinos de taifas, bien no dar la razón a la gran 'lideresa' de Madrid, Esperanza Aguirre. Aun así, el pontevedrés logró mantener esos apoyos que se plasmaron en su designación en el mencionado cónclave.
Pasado el tiempo y tras lograr ganar las elecciones, muchos auguraron el final de la lucha. A Rajoy le salió bien la jugada y a sus contrincantes de partido no, es decir, cuanto mejor peor y viceversa. Todo lo que ha venido aconteciendo desde finales de 2011 ha echado por tierra todas las previsiones. Incluso las de Esperanza Aguirre.
La hasta hace bien poco presidenta de la Comunidad de Madrid ha escenificado en todo momento sus diferencias con el líder del PP y la cúpula que le rodea en el partido. Cuando decidió dejar su cargo en el Gobierno regional, lo tenía todo muy calculado. Sus apoyos en Madrid están bien consolidados. Durante los meses previos a su renuncia dejó todo perfectamente atado, empezando por su fiel servidor Ignacio González. Muchos dudamos de que el anuncio significara una despedida definitiva (Un año de esperanza) algo que el paso del tiempo se ha encargado de confirmar.
Esperanza Aguirre, ya sin el hándicap de ser presidenta por el PP de una Comunidad Autónoma, ha retomado con contundencia su carrera. No obstante, hay algo con lo que, seguramente, la 'lideresa' no contaba. Más allá de su abrazo a la "regeneración política", resulta que algunos empiezan a echarle en cara las amistades que colecciona. Con el tiempo, esas relaciones se vuelven en su contra, por más que ella, ante cualquier sospecha de ilegalidad, corte por lo sano cara a la opinión pública. El último en sumarse a ese listado ha sido Arturo Fernández, máximo responsable de los empresarios de Madrid y vicepresidente de la patronal estatal.
Con seguridad, en breve saldrá la expresidenta a desmarcarse de Fernández y lo hará con rotundidad, como es habitual en ella. Sin embargo, como en el seno de Génova muchos sospechan que esta particular guerra iniciada no en 2008 en Valencia, sino justo cuando Aznar elige a Rajoy, tiene su génesis en Aguirre, más amigos particulares pueden saltar a la prensa y no por sus bondades. Tras consejeros de su Gobierno, amigos de la infancia empresarios, cargos del partido en Madrid y editores de medios de comunicación, ahora el turno puede ser para algún alcalde o exalcalde de la Comunidad.
Con amigos así quién necesita enemigos, que diría un castizo. Y ojo porque, tras su paso "temporal" de tres décadas por la política, ficha por una empresa de reclutamiento de talentos. ¿Habrán visto sus nuevos jefes su historial? Seguro que sí. Desde luego el golpe de márketing es tremendo porque tienen garantizada su presencia en televisión, radio y periódicos.
15.02.2013