Rodrigo Cota
La paga extra
Es el tema estrella de estas navidades: la paga extra que el Concello pagará, o ha pagado ya, a todos sus funcionarios menos a uno, que no la quiso. Todavía esta mañana lo hablaba yo con César Abal, concejal del PP. La cuestión no era ya tanto si la medida es o no es legal, toda vez que el propio alcalde Lores ha reconocido que se ha utilizado un recurso legal para sortear la legalidad y lo hizo pronunciando las palabras "rebeldía" e "insumisión".
La cuestión que se discutía era si el alcalde ha utilizado el asunto políticamente. Yo tomé las manos de César Abal entre las mías y mirándolo a los ojos le dije amorosamente que sí, que el alcalde lo ha utilizado políticamente, y que eso no tiene nada de malo. Lo dije amorosamente, pero no con un amor espermático, que diría John Balan. Que nadie se confunda.
Claro que Lores lo ha utilizado políticamente. No es tonto. Eso es la política y así debe hacerse. Una medida como esa, la de abonar una extra prohibida, se hace a la luz del día y con el conocimiento de toda la ciudadanía, que es la que ha de juzgar si la medida es buena o mala. Y en este caso concreto no parece que a la ciudadanía le moleste que los funcionarios del Concello cobren una extra, aunque sea en concepto de abono de horas extraordinarias. No se han visto mayores protestas, salvo las del propio PP, que se ha mostrado de manera airada contra la iniciativa y algún que otro artículo bien argumentado, como el que publicó aquí Leoncio Feijóo.
Pero finalmente, creo yo, se acepta que los funcionarios, entre los que todos tenemos a vecinos y amigos, cobren la paga extra. Se acepta por ellos y por los comerciantes de nuestra ciudad que se beneficiarán de una pedrea de más de 700.000 euros, que no es poca cosa. Se va abriendo camino el discurso de que las medidas de Rajoy frenan el consumo y que mientras el consumo no crezca, estamos perdidos. Por eso en Pontevedra se celebra esa medida que raya la insumisión. Somos una ciudad en la que comerciantes y funcionarios tienen un peso específico importante y sabemos que esos 700.000 euros que benefician directamente a casi quinientas familias e indirectamente a los mil y pico comerciantes que van quedando en Pontevedra, nos hacen mucha falta. Muchos otros ayuntamientos de España e incluso alguna comunidad como la de Extremadura, gobernada por el PP, están siguiendo el mismo camino.
Y como la medida es una medida política, el que la toma se vanagloria de ello.
Me recuerda Abal, no obstante, que cuando el PSOE de Zapatero quitó el 5% a todos los funcionarios del reino, Lores no mostró su insumisión a la medida. Y es verdad. No lo hizo, que también hay que decirlo.
5.12.2012