Fele Martínez: "Os aseguro que, en teatro, no habéis visto jamás algo como Continuidad de los parques"
Por Alejandro Espiño
Le vimos por primera vez en Tesis, la ópera prima de Alejandro Aménabar. Con esa película, Fele Martínez (Alicante, 1975), que tenía entonces solo 21 años, ganó el Goya al mejor actor revelación. Comenzaba entonces una meteórica carrera que le ha llevado a trabajar con los principales directores del cine español, protagonizar varias series de televisión y formar parte del elenco de grandes producciones teatrales.
Con esta última faceta llega ahora a Pontevedra. Visita la ciudad por primera vez como protagonista de Continuidad de los parques, la tercera obra de las cuatro que forman el ciclo Summum Teatro que impulsa el Pazo da Cultura. Junto a él, Roberto Álvarez, Gorka Otxoa y el gallego Luis Zahera también se subirán al escenario este sábado 6 de junio, a partir de las 21.00 horas. "No dejaremos indiferente a nadie y pasaremos un buen rato", adelanta.
Lo primero, ¿qué se van a encontrar los espectadores que os vayan a ver este sábado?
Continuidad de los parques son varias historias, varias piezas que tratan sobre encuentros y desencuentros que se dan entre varios personajes en un parque cualquiera. El parque es como ese punto de desconexión que utiliza el urbanita para huir del asfalto y, en este caso, la escenografía es muy sencilla: un banco, una farola y una proyección de un parque. Se trata de ver cómo dos personas desconocidas se encuentran en ese banco y qué es lo que surge de ahí.
Y todo con mucho humor.
Con muchísimo humor. Tiene también trazas del concepto de lo absurdo. Además, son piezas que cada una de ellas esconde siempre una sorpresa final. Es bastante completita y muy divertida, la verdad.
El hecho de que la acción transcurra alrededor de un banco en un parque me imagino que abre unas posibilidades infinitas a nivel creativo…
La verdad es que sí, porque el banco es la excusa. Después es la historia la que adquiere importancia, saber lo que les pasa a los personajes. Es verdad que todo está enmarcado en un sitio que aparentemente ofrece pocas posibilidades, pero hemos ensayado y trabajado mucho para que no sea así.
Cada uno de los actores interpreta cinco personajes completamente diferentes. Habrá sido un reto para vosotros, ¿no?
Ha sido un reto absoluto, pero ha sido muy divertido. Eso te obliga a darle al coco para tratar de diferenciar bien los personajes, que cada uno de ellos tenga un perfil concreto y ninguno tenga que ver con el otro. Al principio era un poco lío porque, cuando estábamos ensayando, no te acordabas cuál te tocaba (se ríe). Ahora ya sale todo rodado y es algo que yo personalmente disfruto un montón.
"Parece que dos personajes que se encuentran en un parque va a ser algo aburrido, pero no. Lo que surge de ese encuentro es maravilloso y, sobre todo, inesperado"
Y sin desvelar nada de la trama, ¿hay alguno de tus personajes que te guste más?
Yo creo que después de un año con la función están ya todos bastante redonditos, pero le tengo mucho cariño al personaje que interpreto en Luz Verde, la última pieza. Pero también está Carlitos, que es con el que abro. Tengo con él una relación amor-odio. Fue el que más me costó sacar, pero también el que más alegrías me ha dado.
En una obra como esta, ¿es importante la química entre los actores?
Absolutamente. Empezamos este viaje siendo compañeros de trabajo y de sufrimiento y hemos creado una piña. Somos un equipo maravilloso. Es una gozada tener que salir a actuar o cuando nos vamos de bolo. Lo pasamos bastante bien.
La recepción del público, según las crónicas que se han publicado, está siendo buena. ¿Estáis contentos?
Por supuesto. La gente se lo pasa en grande porque el texto es inesperado. A priori, todo parece bastante sencillo, pero es una función de teatro que, a pesar de que es una comedia, tiene bastante subtexto. Parece que dos personajes que se encuentran en un parque va a ser algo aburrido, pero no. Lo que surge de ese encuentro es maravilloso y, sobre todo, inesperado.
¿Será porque en estos momentos necesitamos reírnos?
Yo soy muy pro-risa, apuesto mucho por el buen humor. Me encanta reírme y creo que a nadie le amarga un dulce. No creo que haya nadie que no le guste reírse, que no disfrute con el humor, la sonrisa o la sorpresa. Es muy terapéutico y la función está llena de ese tipo de cosas.
¿Ayuda que, al representar escenas cotidianas, la gente se pueda ver representada?
Hay algunas en las que te puedes sentir identificado, otras te sorprenden, otras te recuerdan a alguien… En ese sentido, un poco sí. Pero también se dan situaciones más absurdas. Yo sobre todo recomiendo que la gente se siente en su butaca y se deje llevar. Que viaje con nosotros a través de estas cinco piezas y disfrute de estos veinte personajes. Seguro que no les van a dejar indiferentes y van a pasar un buen rato.
Os dirige Sergio Peris-Mencheta, ¿cómo ha sido trabajar con él?
Es un tipo al que le gusta jugar y, en este caso, nos ha dado mucha libertad. Antes de empezar los ensayos, hicimos un taller de clown para conocernos todos y ahí empezó el juego. Ha sido una experiencia maravillosa. Lo conocía como actor, pero para mí ha sido un descubrimiento como director. Ha sido una escuela, la verdad. Yo repetiría con él con los ojos cerrados.
"Las instituciones no ayudan a la cultura. Estamos huérfanos en ese sentido (...) y el sablazo tan horroroso del IVA ha provocado que un montón de pequeñas compañías no hayan podido subsistir"
¿Crees que es un buen momento para el teatro?
Yo llevo 20 años en esta profesión y siempre he escuchado que hay crisis tanto en el cine como en el teatro. Y las instituciones no ayudan. Estamos huérfanos en ese sentido. A ello hay que sumar el sablazo tan horroroso del IVA cultural que ha provocado que un montón de pequeñas compañías no hayan podido subsistir. También nos ha hecho mucho daño que los teatros públicos tarden tanto en pagarte el sueldo que has pactado y negociado.
Pero en cambio da la sensación que hay mucha actividad en el sector…
Porque ha aumentado el ingenio y el hecho de que ahora mismo todo se hace con muchísima más pasión. No van a poder con nosotros. Hay mucha gente moviéndose, mucha gente creando, haciendo teatro… Y yo creo que eso se nota. Y la gente responde. El público viene al teatro con mucha ilusión y muchas ganas. Comprar una entrada es casi un artículo de lujo, pero la gente está respondiendo bien. A mí personalmente me emociona que vengan y me obliga a dar el 100% cada vez que salgo a escena
2015, además, es buen año para ti. Te veremos en teatro, cine y televisión.
No me puedo quejar. Estoy feliz porque estoy trabajando bastante. En breve, se estrena Rabia, una nueva serie de televisión para Mediaset, he rodado varias películas y, ahora que acabamos con Continuidad de los parques, me voy a sumar a un proyecto que dirige Daniel Veronese junto a Gorka Otxoa. Empezaremos a ensayar a mediados de julio. Va saliendo trabajo y mientras sea así yo estoy contento.
Y ya para terminar. ¿Cómo animarías a los pontevedreses para que acudan al Pazo da Cultura a veros?
Estoy seguro de que no han visto jamás nada como Continuidad de los parques. Hay gente que nos ha dicho cuando salimos a saludar que faltan más actores (se ríe). Garantizo que carcajadas les vamos a arrancar. Hemos estado en más de cincuenta ciudades y, al acabar la función, la gente se ha vuelto loca aplaudiendo porque se lo han pasado muy bien. Creo que deberían ir a verla por eso, es una locura maravillosa. ¿En serio se lo van a perder?
Relacionadas:
-
'Continuidad de los parques' finaliza su gira divirtiendo al público pontevedrés
Por Diego Torrado & Anxo Lourido |
-
"Continuidad de los parques", nueva cita este sábado con el ciclo Summum Teatro en el Pazo da Cultura
Por Redacción |
-
Cambiarías a tu marido por el de tu mejor amiga?
Por Diego Torrado |
-
El público del Pazo da Cultura se rinde ante el humor mafioso de los 'Gagfather' de Yllana
Por Diego Torrado & Anxo Lourido |