Dos meses después de la dura madrugada en la que acabó encerrado en el maletero de un coche en llamas, sigue recuperándose de las quemaduras sufridas. Logró escapar, desnudo, y pedir ayuda, pero los daños eran graves y, tras varios injertos, sigue sin recuperar ni la piel ni la movilidad de su brazo. Esta es la realidad a 2 de abril del hombre que el pasado 2 de febrero sufrió importantes quemaduras tras sufrir un incendio en su propio vehículo en la parroquia pontevedresa de Estribela.
El hombre recibió el alta médica tras 14 días hospitalizado. Tras una primera atención en el el Hospital Montecelo, fue derivado a la Unidad de Quemados del Hospital Clínico Universitario de A Coruña y, dos semanas después, pudo regresar a su casa en Marín. Sin embargo, no estaba curado ni mucho menos. Tal y como ha desvelado su entorno a PontevedraViva, sigue recuperándose y acude periódicamente al hospital coruñés para recibir tratamiento.
El brazo afectado no quedó curado y no sabe si podrá recuperarse del todo. El resto de las heridas, sí. En estos momentos, continúa de baja laboral -trabaja en un astillero del puerto de Marín- e intenta volver a la normalidad tras los duros momentos vividos.
En cuanto a su vehículo, un Dacia Sandero que quedó totalmente calcinado en el final del callejón sin salida de Santa Ana, fue trasladado a un desguace por indicación del seguro y, tras realizarle una peritación, acabó despiezado.
Mientras tanto, la Policía Judicial de la Comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra ya cerró el atestado inicial del caso y lo remitió al juzgado. En él, se cita como investigado a un vecino de Marín de origen extranjero. Pese a que se le tomó declaración como investigado por un delito de homicidio en grado de tentativa, nunca llegó a ser detenido y pasar a disposición judicial.
Las pesquisas iniciales permitieron llegar a este sospechoso pese a las reticencias del herido a la hora de declarar. Los agentes se desplazaron hasta A Coruña para tomarle declaración y avanzar en la investigación de lo ocurrido y volvieron a tomarle declaración una vez que regresó a casa, pero en esos testimonios llegó a incurrir en contradicciones.
El hombre relató, nada más salir del coche en llamas completamente desnudo, que le habían quitado la ropa para luego darle una paliza y encerrarle en el maletero del coche y prender fuego al vehículo. Esa declaración la repitió en el primer encuentro con los agentes de la Policía Nacional de Marín que acudieron al lugar del suceso, si bien luego incurrió en alguna contradicción. En un primer momento, dijo que conocía a los agresores y luego se desdijo.
Finalmente, con su testimonio, la declaración de múltiples testigos y la recogida de pruebas y evidencias, los investigadores llegaron a la conclusión de que el responsable de meterle desnudo en el maletero de coche que acabó en llamas en el callejón de Santa Ana de Estribela era una persona que regenta un negocio de restauración en Marín. No se descarta, en todo caso, la implicación de más personas.
El herido es un vecino de Marín con 29 años y padre de dos hijos y en el incendio sufrió quemaduras en distintas partes del cuerpo, fundamentalmente, un brazo y una pierna, y también en la cara.
Llegó a asegurar a una vecina que había sido violado y a un vecino que lo habían atacado por "un asunto de mujeres". Esa violación no la volvió a mencionar después y tampoco se confirmó a nivel médico.
La familia del afectado reconoció a PontevedraViva que en los últimos meses tenía problemas y malas compañías, tanto de Marín como de origen extranjero, y todo parece indicar que lo ocurrido puede estar relacionado con un ajuste de cuentas.