Si se pregunta a los veinteañeros qué entienden por carpeta, habrá un buen número que encontrarán una definición muy diferente a la que podrían dar sus padres. Estos últimos tienen claro que se trata de aquellos distribuidores de folios que fueron compañeros inseparables de sus años estudiantiles. Los primeros, utilizan también esta palabra para referirse a la relación amorosa entre dos personas. Así que hecha la aclaración, esta edición está dedicada a las carpetas estudiantiles.

Marcial Outeda y Jesús Fontanes descargan su retranca esta vez en aquellas carpetas customizadas que, como bien apuntan, serían algo así como las redes sociales del momento. Sobre aquellas láminas de cartón se pegaban a ídolos musicales, de la televisión, del cine, del deporte, dedicatorias de los amigos, fotografías de revistas, entradas de conciertos, pegatinas, breves - o no tan breves - poesías... e iban engrosando volumen a medida que pasaba el curso.