Sí, un reloj "inteligente" que pensé que iba a mejorar mi día a día pero nada más lejos de la realidad. Su luz verde e intermitente me atosiga durante la noche al dejarlo abandonado en el sifonier. Si lo coloco en la muñeca da un promedio de sueño de 1 hora y media, insistiendo continuamente en que tengo una calidad de sueño muy baja.
Durante la semana está siempre vibrando avisando de las llamadas entrantes que nos castigan a todos los ciudadanos un mínimo de 6 veces al día. Quizás sepan por el teléfono que no duermo y, quieren ayudarme, pero qué va, son comerciales de diversas compañías.
Otro inconveniente que ha surgido con el maldito dispositivo, es que uno de los medicamentos pautado por el médico para mis problemillas, coincide su ingesta con las horas en que imparto clases. Imaginaros la escena que se repite cada semana: efecto de sonido, hora de la toma, alumno simpático del fondo, ¡profesor la pastilla!.
Sí amigos, debemos mantener cierto nivel de desconfianza; no debemos dejarnos llevar por las apariencias y lo que nos quieran vender. Véase esa "bomba de relojería" para la izquierda llamado Errejón, que parecía el yerno perfecto, siempre las palabras precisas, el tono y la frecuencia adecuada. Todo era IA (inteligencia artificial). Tan patente en su trayectoria personal conocida en la última semana, como en su carta de despedida que pasará a los anales de la historia como una crónica de lo absurdo.
Al comportamiento agresivo, le llama subjetividad tóxica. Habla del patriarcado neoliberal, justificando el machismo y, quiere dejar clara su "superioridad moral" utilizando un lenguaje grandilocuente. Nos ha engañado a todos y a todas. El hijo pródigo, el referente ha resultado ser, un narcisista puro y duro. @novoa48