Ventana Indiscreta: Armonía

05 de xaneiro 2023

Consternados por un mes de diciembre desesperanzador y trágico en el ámbito de la violencia de género: 13 mujeres asesinadas y dos heridas graves.  Son las cifras más elevadas desde el año 2003, momento en el que comenzaron a registrarse los asesinatos machistas de forma oficial.  Y, todos nos preguntamos. ¿Qué es lo que pasa en nuestra sociedad?

Indudablemente podría mejorarse la coordinación entre los diferentes estamentos dedicados a esta materia y se puede dotar de más medios humanos y económicos, pero desde mi experiencia y modesto entender, la clave está sobre todo en el trabajo desde la infancia con nuestros niños y niñas.  

Otro aspecto fundamental y, que está actualmente en cuestión es que todos los representantes públicos y por ende, todos los ciudadanos debemos condenar al unísono, de forma expresa este ejercicio de la violencia del hombre sobre la mujer, por la única razón de ser mujer.

Se acuerdan ustedes de las agresiones multitudinarias en el mundo del fútbol años 70/80, cuando tuvieron que instalarse vallas, habilitar fosos para evitar la violencia gratuita en los estadios.  En aquel momento los futbolistas jaleaban y aparecían en fotos con los radicales (boixos nois, ultra sur……..) e incluso los clubs subvencionaban los viajes o financiaban las actividades de estos grupos.

Ahora, aunque hay margen de mejora, los incidentes son residuales.  ¿Y, por qué se dio ese salto cualitativo?  Pues, simplemente porque todos los actores (equipos, federación, políticos, medios de comunicación), se pusieron de acuerdo en abordar ese problema de la mejor manera posible.  

¿Cuál es la situación en  violencia de género? Debemos mejorar muy, mucho en el ámbito educativo tanto familiar como escolar, y hay grupos políticos y personas que debieran ser referentes, pero que en cambio, lanzan discursos negacionistas intentando equiparar la violencia machista, que es estructural y abrumadora, con aquella que sufren los hombres puntualmente en el ámbito familiar.  

Ese relato, por desgracia cunde en la calle sobre todo en determinadas personas ávidas de construir un relato que justifique su conducta patriarcal y sexista.

La unidad de acción,  en este gran problema y, una buena educación en igualdad tanto en la escuela como en el entorno familiar son fundamentales para abordar esta lacra en las mejores condiciones en un futuro lo más próximo posible.