La Marea y la resaca

27 de maio 2015

No hay como resistirse a comentar el tema de moda. Si eres capaz de resistirte, claro. Empecemos y hagámoslo por un lugar cualquiera. Uno, por ejemplo, donde aprieta el calor:

Rita Barberá se ha dado una hostia de tal calibre contra las urnas que se le ha enfriado el caloré de golpe y busca árnica en la botica del PSOE, otro con una buena cornada. Por lo menos no ha sido tan bárbara la Barberá de echarle la culpa a los "fallos de comunicación". Los tesoreros del PP, es lo sabe ya todo el país, eran unos hachas haciendo las cuentas y pasando la lengua por los sobres, pero los pobres tenían problemas de comunicación. Esperanza Aguirre, Cospedal, Fernanda Rudi, Monago, etc, etc tuvieron fallos de comunicación. Es como si te das una trompada con un coche, lo dejas hecho trizas contra un muro y sales, medio vivo, echando pestes de la tapa del delco.

Llega un momento que, de tanto que te tratan como si fueses parvo, que llegas a plantearte si en verdad lo eres. "Ustedes son parvos de todo y necesitan de gente como nosotros", ese es el metalenguaje.

Rajoy sale y dice: "los resultados no son los que nos hubieran gustado". Este tío es la repera. Cada vez es más él mismo. Llegará el día en que salga a una rueda de prensa a hacer señas, pero no en el lenguaje de sordomudos, sino en uno que ni él mismo entienda.

Ciudadanos le pide primarias al PP para pactar, que es como si en Septiembre le pides a los de selectividad que reciten la tabla del cuatro. Y les pones el libro delante, por si acaso.

Rajoy dice también que es partidario de la lista más votada. Esto me recuerda a unas pegatinas que vi hace años en los coches catalanes: "No als accidents", decían, "No a los accidentes". O decir que uno es partidario de ganar. Yo es que no puedo con este hombre. Que se lo coman los de Podemos. En las próximas. Rosa Díez anuncia que se va como una monja que señala su camino de vuelta hacia el convento, después de que el queso se le pasase por no abrirlo y repartirlo. A ver qué salida tiene ya ese queso.

Las Mareas le llegan al PP ya hasta la cintura, pero tranquilos, que lo van a arreglar mejorando "la comunicación". De seguir así la resaca los va a dejar patas arriba y con arena en las orejas. En Galicia ha habido de marejada a fuerte marejada, sobre todo en Santiago y A Coruña. En el sur allá va la Diputación. Y luego está lo de Abel Caballero y, sobre todo, lo de los vigueses. Quién los compre habrá, pues habrá quien los entienda.

En casa, sorprende lo bien que mantuvo el tipo el ídem del PSOE. El hecho de que cueste acordarnos de su nombre no hace sino añadir mérito al resultado. Enhorabuena. El desplome del PP, sin resultar asombroso, deja en nada los esfuerzos en campaña. Probablemente fue la formación que más trabajó para ganarse votos. No se puede ni imaginar si hubiesen hecho como el BNG: colgaron un tebeo en el anzuelo, la radio encendida con noticias de Nueva York, e a esperar a que picara o peixe. E picou unha boa robaliza. Y lo que es de aurora boreal es lo de Ciudadanos, que no es por desmerecer a la candidata, pero hubiesen sacado un concejal hasta con el Pato Lucas. Bueno, con el pato Lucas igual dos o tres.

La Marea duplicó sus expectativas con una campaña de perfil bajo, serena y efectiva. Y luego está María Biempica de María Biempica y sus Secuaces, que se lo curró a base de bien, pero ya el peixe se lo había llevado los demás.

Había dos candidatos más, pobres. Que les juro yo que los había.

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