Las gentes de Pontevedra retoman sus rutinas en las calles y plazas de la ciudad en este tiempo de desescalada. La progresiva remisión de la pandemia del coronavirus devuelve estos días al imaginario colectivo una sensación ya vivida de recuperación del espacio público. Hace veinte años que la ciudad fue devuelta para uso y disfrute de las personas, en una peatonalización admirada más allá de nuestras fronteras.
En una ciudad pensada para las personas y que invita a pasearla, los más de dos meses de confinamiento llevan a preguntarnos hasta qué punto esta situación implicará un retroceso en la conquista del espacio público o una oportunidad para revitalizarlo.
Con el reto de continuar en la construcción de una ciudad sostenible, que permita afrontar la crisis de la Covid-19 y sus consecuencias en la global del clima, el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, participaba recientemente en un encuentro telemático promovido por la fundación Climate Reality Project, impulsada por Al Gore, el ex vicepresidente de los Estados Unidos y Premio Nobel de la Paz, y en el que compartió debate con el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, y la arquitecta y profesora de Harvard, Belinda Tato.
El alcalde defendía el modelo de ciudad amable, de hábitat saludable diseñado de forma integral "para as persoas" y que pasa por realizar "un cambio de prioridades e de paradigma onde se reduza o uso privado da urbe" para afrontar los retos de la emergencia sanitaria y climática.
PREMIO INTERNACIONAL PARA UNA CIUDAD QUE CUIDA LO LOCAL
El modelo de Pontevedra como referente resurge con fuerza en la actual ‘vuelta a la normalidad’ de una villa pensada para fomentar los desplazamientos a pie o bicicleta, gracias a las buenas prácticas de movilidad sostenible que se están desarrollando desde el Concello de Pontevedra, tal y como destacaba el jurado del Premio de Seguridad Vial Urbana (Urban Road Safety Award), otorgado recientemente por la Comisión Europea a la ciudad del Lérez.
El alcalde recuerda la importancia de este premio en un momento en el que la ciudadanía está siendo también ejemplo de buenas prácticas en la presente crisis sanitaria "pola facilidade que teñen os pontevedreses para cumprir as normas despois deste confinamento".
Con estas actuaciones, la ciudad vuelve a ser referente mundial en la recuperación de los espacios ciudadanos.
De hecho, el jurado europeo manifestaba su admiración por el fomento de una movilidad pensada en el bienestar de las personas, hasta tal punto que declaraba quedar "impresionado" por una amplia gama de medidas, incluida la reducción de los límites de velocidad a 10 y la 30 km/ h, y la creación de más espacios públicos atractivos para los peatones.
'ZONA 30' Y 'ZONA 10'
Con una chapa en la solapa decorada con una señal de limitación de velocidad a 30 km/ h, Matthew Baldwin, el subdirector general de Movilidad y coordinador de Transporte para la Seguridad Vial y Movilidad Sostenible de la Comisión Europea, daba pistas sobre el proyecto urbano que había sido elegido por el organismo de la Unión Europea como merecedor del galardón. Un guiño a la ciudad de Pontevedra acompañado de un gesto de complicidad y admiración, al señalar con el dedo su chapa en alusión a la regulación de 30 kilómetros por hora que rige en parte del espacio urbano. Se puede ver a partir del minuto 1 y 38 segundos del vídeo.
"¿Por que mi ciudad no está haciendo esto? ¿Y que podemos hacer para que esto ocurra?". Con esta reflexión final, en alusión a las buenas prácticas del calmado del tráfico y la movilidad sostenible, el comisionado de seguridad vial hacía un llamamiento a las ciudades a mirarse en el espejo de Pontevedra.
Una ciudad que en 2010 se convertía en la primera de España en tener todas sus vías urbanas con velocidad limitada a 30 kilómetros por hora, modelo que la propia DGT tomaba como referencia, y que en 2019 daba un paso firme al declarar ‘zona 10’ todo el casco histórico y las calles del entorno, en una reducción del límite de velocidad que ya se realizaba de modo natural y que desde el Concello se quiso regular por el bien de los peatones y como recordatorio a los conductores.
'CERO VÍCTIMAS' ES POSIBLE
Tanto la Unión Europea como los organismos reguladores de cada país, como es el caso de la Dirección General de Tráfico en España (DGT), se esfuerzan en reducir la cifra de muertos en las carreteras interurbanas. Con todo, en los últimos años desde la UE se viene alertando de que falta una atención sobre las víctimas en las zonas urbanas.
En estos entornos, la efectividad de las medidas de tráfico pasa por incluirlas en un modelo de ciudad más amplio. Y en este punto la UE ha mirado hacia Pontevedra. Al igual que hace ya cinco años ciudades tan populosas como París, Milán o Edimburgo tomaron como ejemplo a la ciudad del Lérez para adaptar el interior de sus cascos urbanos y adecuarlos al límite de 30 km/ h en el que Pontevedra había tomado la delantera. También medios internacionales de prestigio se hacen eco de los logros de la ciudad de Pontevedra, como nos muestran The Guardian, Clarín o el Financial Times, entre otros.
El gran objetivo que persigue Europa de lograr ‘cero víctimas’ en las vías urbanas es posible con modelos como el pontevedrés
El gran objetivo que persigue Europa de lograr ‘cero víctimas’ es posible con modelos como el pontevedrés. Por este motivo, la elección de la candidatura liderada desde el departamento de Promoción da Cidade que dirige la portavoz del gobierno, Anabel Gulías, se guió por una decidida apuesta por las personas y por conseguir lo que parecía una utopía: cero muertes en las vías urbanas.
Razón de peso para que el jurado subrayase y alabase el hecho de que Pontevedra "redujese sus muertes en carretera en la ciudad de manera importante desde 1999, logrando de manera impresionante cero muertes en vías urbanas entre 2011 y 2018", una estadística positiva que se mantiene en la actualidad.
Además de esto, el jurado incidía en que "la ciudad empleó una estrategia de monitoreo clara y cuidadosa para identificar las políticas efectivas y cuáles debían actualizarse, cuyo resultado es una movilidad activa, como caminar o andar en bicicleta". Y añade el hecho de ser una ciudad en la que todos cuentan, con una cultura inclusiva ya desde la infancia, visible en el hecho de que "el 80% de los niños de 6 a 12 años caminen solos a la escuela".
LA FUERZA DEL TRABAJO COMÚN
El premio a Pontevedra es un reconocimiento para un modelo de ciudad concebido por y para sus habitantes. El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, precisamente destacaba que esta distinción es compartida por toda la ciudadanía, y en este sentido manifiesta que "sinto unha grande satisfacción e agradezo o comportamento de todos os pontevedreses porque todas as decisións que tomamos serven para que os espazos urbanos sexan seguros e a xente non teña que terlle medo aos coches que deben cumprir a súa función económica, contaminen menos e permitan a cohesión da cidade e o uso dos espazos públicos. E facer de Pontevedra unha cidade atractiva para vivir".
Pontevedra lograba este premio después de vencer la competencia con otros 26 proyectos de gran nivel de toda Europa (10 del Estado español), junto a las localidades finalistas de Jaworzno (Polonia) y Ordu (Turquía).
Según explicó el alcalde, la Unión Europea estaba haciendo grandes esfuerzos por reducir la violencia vial en las vías interurbanas, pero existía un grave problema en las vías urbanas al que Pontevedra está dando respuesta. Con este premio, la UE quiere poner en valor las acciones de las ciudades que, desde lo local, son un ejemplo global, por lo que el reconocimiento "é unha gran satisfacción porque neste momento todas as cidades teñen que posicionarse no mundo, e Pontevedra cremos que se está posicionando ben", añadía Lores.
PONTEVEDRA, DE NUEVO EN EL MAPA INTERNACIONAL
El premio europeo de seguridad vial no solo refuerza la apuesta por el vecindario desde el Concello de Pontevedra, sino que tiene una dimensión más allá de nuestras fronteras. Muchas ciudades y estudiosos miran hacia el modelo pontevedrés, que reafirma sus principios con cada galardón. Un camino consolidado de premios que arrancaba en el año 2006, con el reconocimiento de los graniteros de Galicia a la reforma urbana por la cuidada utilización del granito para la restauración y la revitalización del espacio público. Una apuesta por la cultura e identidad propias.
Hasta este último premio europeo de seguridad vial, el modelo urbano ha cosechado galardones tan destacados como el Premio Nacional da Cultura Galega (Santiago de Compostela, 2008), por la transformación urbana y el respeto y puesta en valor del patrimonio histórico y arquitectónico; el de la Fundación Fesvial de Seguridad Vial (Madrid, 2010), otorgado por un jurado participado por las principales instituciones del Estado relacionadas con la movilidad y la seguridad, así como aseguradoras y academias de conducción; el de Seguridad Vial de la DGT (Córdoba, 2011), por la movilidad sostenible y el descenso de la violencia viaria; declaración en 2012 de Pontevedra como ‘Cidade Solidaria coa infancia’ por la Fundación Meniños o ‘Cidade dos nenos’ a propuesta del pedagogo italiano Francesco Tonucci, el promotor de este proyecto, que cuenta con más de 200 ciudades adheridas en todo el mundo.
De ahí dio el salto al panorama internacional con el Premio Europeo Intermodes (Bruselas, 2013) por la apuesta saludable por los desplazamientos a pie; ONU Hábitat (Dubai, 2014), en competencia con 4.500 candidaturas, como reconocimiento a un modelo urbano pensado para las personas; el galardón del Center for Active Design (Nueva York, 2015) que entrega este instituto americano relacionado con la Fundación Bloomberg Philantropies, dedicado a fomentar el diseño urbano saludable y luchar contra el sedentarismo; Premio Eurochina a la Movilidad Inteligente (Hong- Kong, 2015) de la asociación francesa Prospective et Innovation, que distingue iniciativas urbanas de movilidad inteligente y diseño urbano; Premio Soft Mobility, Movilidad Amable, por la promoción de los desplazamientos a pie y en bici (Shenzhen-China, 2016); ‘Premio a la movilidad para una ciudad mejor’, dentro de los World Slowness Forum and Slowness & Awards (Jenjou-Corea del Sur, 2017); o la Distinción de la Asociación Española para la Gerencia de los Cascos urbanos, por la peatonalización del casco histórico (Valencia, 2017), entre otras.
A estos reconocimientos, hay que añadir la presencia de la ciudad en grandes citas internacionales. En 2015, Pontevedra recibía la invitación de la mano de Michael Bloomberg, el enviado especial de Naciones Unidas para las ciudades y el cambio climático, y de la propia alcaldesa de París, Anne Hidalgo, para participar en la Cumbre Mundial del Clima celebrada en la capital francesa. Y más recientemente, Pontevedra volvía a estar presente en la última edición de la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas, que se celebraba a finales de 2019 en Madrid y en la que participaron delegados de casi 200 países y una asistencia de 25.000 personas.
EFECTO PO2 FRENTE Al CO2
El modelo de ciudad es un proyecto vivo que no solo afecta a espacios físicos, sino que entronca con la calidad de vida de sus gentes y su contribución a un mundo mejor. Es por eso que bajo el lema ‘Pensa globalmente, actúa localmente’ la Concellaría de Promoción da Cidade hará de la lucha contra el cambio climático una de sus principales líneas de trabajo en este mandato.
Es un proyecto compartido por todo el gobierno municipal, tal y como recordaba el alcalde en la declaración de intenciones ‘Efecto PO2. Medicina preventiva’ publicada en PontevedraViva: "Pontevedra leva moito traballo feito e quere seguir sendo pioneira na loita contra o cambio climático".
La concejal responsable del área, Anabel Gulías, manifiesta que llegó el momento de "vincular a imaxe de Pontevedra coa súa transformación urbana e a revolución ecolóxica que supuxo coa aposta pola loita pola emerxencia climática, que hoxe está en boca de todos". Recuerda, asimismo, que en el momento en que Pontevedra impulsaba su modelo de ciudad "non era un debate que se tiña" y que ahora hace falta dar un paso más y reivindicar a Pontevedra como protagonista del movimiento por el clima porque "isto da emerxencia climática non só son as selvas, o Ártico ou o xeo, senón que nos afecta a todos".
El nombre de la campaña Efecto PO2 surge de un juego de palabras en el que se sustituye el conocido impacto sobre el calentamiento del planeta del CO2 por una denominación que alude a Pontevedra como ejemplo de apuesta de por medio que "coa posta en marcha de políticas de cambio de concepción de espazos públicos e redución de tráfico a motor, conseguiu reducir as emisións nun 66%", apuntaba Gulías.
Desde el modelo urbano de Pontevedra y su aportación clave para la reducción de la contaminación por CO2, el siguiente punto en esta lucha contra el cambio climático pasa por una reducción de la huella ecológica en los biorresiduos a través del compostaje, en el que Pontevedra vuelve a ser referente, y realizar una gestión racional y eficiente del agua, empezando por reducir las fugas en la red de abastecimiento y de alcantarillas.
También desde la acción local, el Observatorio Urbano de Pontevedra está estudiando los efectos del modelo de ciudad sobre la calidad del aire, las consecuencias ambientales y sobre las condiciones de vida de las personas con el objetivo de que el Concello cuente con un estudio actualizado sobre el impacto de las medidas puestas en marcha en el diseño urbano, con vistas a poder implementar nuevas actuaciones.
Las acciones de Efecto PO2 arrancaban el pasado mes de septiembre con la adhesión a la movilización social por la emergencia climática en una histórica Huelga Mundial por el Clima. Ahora el reto es que la presente crisis sanitaria, económica y social no impida aplicar medidas efectivas para paliar el calentamiento global pues hoy, más que nunca, el futuro del planeta está en peligro.