La comisaría de Pontevedra, un gran laboratorio que ya analiza las pruebas del caso Sonia Iglesias

Pontevedra
23 de febrero 2018

Desde el mismo martes empezaron a analizar ya la ingente cantidad de material recogido durante los dos registros realizados en la casa familiar y el coche de la pareja de David Araújo. Trabajan tanto en el laboratorio móvil de la Policía Científica desplazado hasta Pontevedra como en las dependencias de la comisaría  

Vehículo del laboratorio de actuaciones especiales de la Policía Científica en San Mauro Mónica Patxot

Las brigadas de la Policía Judicial y Científica de la Policía Nacional se afanan en avanzar en las pesquisas relacionadas con el caso Sonia Iglesias apurando todas las horas y medios posibles para poder recoger pruebas que entregar en el Juzgado de Instrucción número 3 de Pontevedra para acompañar sus investigaciones y que la causa recién reactivada avance.

Los efectivos de la Policía Judicial siguen realizando trabajo de campo mientras los de la Policía Científica se han encerrado en sus laboratorios para analizar la ingente cantidad de material recogido durante las jornadas del martes y el miércoles en los registros judiciales realizados. Han concluido, al menos de momento, los registros autorizados por la magistrada, de modo que ahora lo que tienen por delante es analizar lo ya recogido.

Durante la primera jornada se registró a fondo la vivienda de la familia de Julio Araújo, ex pareja de la desaparecida e investigado por homicidio en esta causa, en San Mauro y en la jornada del miércoles se volvió a ese punto y los investigadores también registraron un coche propiedad de quien en el año 2010 era pareja del hermano de Julio, David Araújo, que lleva tiempo inutilizado en un taller de Vilalonga (Sanxenxo). 

En los dos registros realizados en la casa y el coche se recogieron una gran cantidad de pruebas y material de todo tipo que inicialmente se había barajado que podría enviarse a los laboratorios de la Brigada Central de Policía Científica en Madrid. Sin embargo, no ha sido así, sino que desde el mismo martes empezaron a analizarse ya. Los 'CSI' de la Policía Nacional trabajan tanto en el laboratorio móvil de la Policía Científica desplazado hasta Pontevedra como en las dependencias de la Comisaría Provincial. 

Durante las jornadas del martes y el miércoles se fueron trasladando hasta el laboratorio móvil y también hasta la Comisaría numerosos sobres y cajas marrones con pruebas recogidas y en ellas trabajan tanto los funcionarios de la Policía Científica de Pontevedra como los desplazados desde Madrid para este caso. Algunas de las pruebas sí se enviarán a Madrid, pero sólo aquellas en las que sea necesario realizar análisis especializados como los de ADN. 

La Policía se afana en avanzar en este análisis porque el resultado de estos estudios será clave para presentar ante la jueza instructora y que tome decisiones sobre cómo seguir el procedimiento. La causa se reabrió meses atrás, a mediados de 2017, y se realizaron ya varias diligencias que no habían trascendido. Ninguna de esas vías de trabajo dio resultado, sino que llevaron a los investigadores a callejones sin salida. Ahora, los responsables policiales de este caso confían en no atascarse y tener importantes avances tras estos registros. 

Las pruebas recogidas y analizadas habrá que juntarlas con el resultado de los interrogatorios realizados desde el pasado otoño por los investigadores. Han interrogado como testigos a los familiares de Sonia Iglesias y también al entorno más cercano a Julio Araújo. Han hablado con dos sobrinos, uno de ellos residente en Madrid, y también con un amigo muy íntimo de su hermano David, también investigado en esta causa. 

El juzgado ha declarado el secreto de las actuaciones, de modo que se desconoce las diligencias exactas realizadas y el resultado de las mismas, pero sí ha trascendido que en los últimos tiempos la investigación policial se ha centrado en dos focos de atención concretos, el cementerio de San Mauro y la vivienda registrada en ese mismo barrio, a unos 50 metros. En la casa habían vivido Sonia Iglesias y Julio Araújo en los inicios de su relación y luego vivió el hijo mayor de él.

Julio y David Araújo están investigados a nivel policial, el primero por un delito de homicidio y el segundo por un delito que no ha trascendido, pero la causa judicial se sigue por el delito de detención ilegal. Tras el análisis de esas pruebas e interrogatorios, la magistrada deberá analizar todo el nuevo material  y revisar su situación judicial. Antes se prevé que llame a declarar a los hermanos en sede judicial.

En estos momentos, se ponen sobre la mesa tres escenarios: que la causa siga por detención ilegal porque se considere que Sonia está desaparecida, pero no fallecida; que se cambie la calificación de la causa y pase a seguirse por homicidio porque se de por hecho que la mujer está muerta; y que el caso vuelva a archivarse, como ocurrió en abril de 2015, por falta de pruebas contundentes. 

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