Los juzgados pontevedreses vivieron un año 2019 marcado por las inauguraciones y las polémicas. A nivel infraestructuras, se inauguró finalmente el nuevo edificio judicial de A Parda y empezó la mudanza de las primeras salas. A nivel judicial, se celebraron juicios sobre los que estaban puestos todos los focos como los crímenes de la desbrozadora y de Ponte Caldelas, el intento de homicidio de una mujer en un hotel en Vigo o el esperado juicio a la narcoabogada Tania Varela (luego se desgranarán todos ellos).
El conocido como crimen de la desbrozadora de A Cañiza lo juzgó un tribunal de jurado que acabó marcado por la polémica, pues los nueve titulares y dos suplentes del tribunal se pasaron dos días enteros deliberando en los que ni siquiera se les suministró un elemento tan básico como botellas de agua. Además, se vieron en la tesitura de que, llegada la noche, no tenían veredicto, de modo que tenían que quedar incomunicados y durmiendo en un hotel y se encontraron a las tantas de la noche sin habitación reservada ni nada para cenar.
El malestar no tardó en hacerse notar en el seno de la Audiencia Provincial y todas las fuentes consultadas responsabilizaron directamente a la Xunta de Galicia. El asunto llegó al Parlamento de Galicia y generó unas controvertidas declaraciones del director xeral de Xustiza, que responsabilizó al personal de la Audiencia. Las críticas y peticiones de dimisiones no tardaron en llegar desde distintas asociaciones y el vicepresidente de la Xunta acabó reconociendo el error en este caso y pidió disculpas públicas a los integrantes del jurado popular.
En cuanto al juicio en sí, acabó con la condena de 17 años de cárcel para José Luis Viéitez por matar a su vecino con una desbrozadora en junio de 2017 y, posteriormente, tratar de acabar con la vida de la hija de la víctima
En cuanto al crimen de Ponte Caldelas, también juzgado por un tribunal popular, acabó con la condena de Marcos Vidal, autor confeso, a 18 años y seis meses de prisión como responsable de un delito de asesinato por matar a Manuel Rivas, marido de la que había sido su pareja sentimental.
La sección cuarta de la Audiencia dictó una sentencia condenatoria para Marcos Vidal en base al veredicto del tribunal de jurado que le juzgó en octubre y le declaró culpable de un asesinato en el que concurren las circunstancias agravantes de alevosía y ensañamiento y las atenuantes de confesión y de dilaciones indebidas.
Este proceso judicial también estuvo cargado por la polémica por la petición de que también se investigase a la viuda del fallecido por su posible implicación en los hechos juzgados. La mujer llegó a estar investigada, si bien este año, en verano, finalmente, la Audiencia decidió que el juicio tan sólo se siguiese sobre Marcos Vidal. Pese a ello, al término del juicio, el abogado de los padres de Manuel Rivas, pidió que se dedujese testimonio del veredicto del jurado para reabrir la causa judicial en la que estuvo investigada Sandra Martínez. La investigación de Sandra Martínez se archivó de forma provisional y el fallo judicial dictado por la Audiencia considera que así debe seguir, pues "no se estima procedente" esa reapertura.
En octubre también se supo que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) obligaba a la sección cuarta de la Audiencia a repetir el juicio celebrado a principios de este año 2019 contra el empresario portugués Carlos Inácio Pinto, condenado por ese tribunal a once años y cuatro meses de prisión como autor de un delito de asesinato en grado de tentativa por intentar asesinar a su esposa en un hotel de Vigo golpeándola reiteradamente con una maza e intentando asfixiarla.
El TSXG anula la sentencia de la Audiencia y ordena la devolución de las actuaciones para que la causa vuelva a juzgarse. La vista oral será en la misma sección, pero con nueva composición del tribunal al estimarse el recurso del condenado en el que cuestionaba la imparcialidad objetiva de las magistradas que integran el tribunal de la Audiencia al haber ratificado, en dos ocasiones, su prisión provisional.
El año había empezado con el mediático juicio a la 'narcoabogada' cambadesa Tania Varela celebrado en la Audiencia Provincial en marzo y que acabó en condena. Fue su primer paso por un tribunal gallego y no salió según sus intereses, pues la Sección Cuarta le impuso una condena de un año y ocho meses de prisión y el pago de una multa de 56.000 euros.