En este 2020 se han cumplido diez años de un suceso que conmocionando a la sociedad pontevedresa: la desaparición de Sonia Iglesias. Nada se sabe de ella desde el 18 de agosto de 2010. Toda una década de interrogantes que en estos últimos meses tampoco se han resuelto.
Y si esta incertidumbre no fuera suficiente, la muerte de Julio Araújo, expareja de Sonia y hasta ahora el único sospechoso en su desaparición -por la que fue imputado dos veces-, supondrá una piedra más en el camino de los investigadores por resolver este caso.
Araújo, que padecía un cáncer de pulmón desde hacía años, falleció el pasado mes de septiembre en su domicilio de Pontevedra.
Con su muerte quedan sin resolver muchas de las incógnitas que aún rodean a este caso, archivado judicialmente ante la ausencia de avances significativos en los últimos meses.
El último movimiento, al menos públicamente, fue el rastreo realizado en enero en un pozo y en una finca de Marcón.
Los investigadores vaciaron el pozo para revisar su interior, si bien la búsqueda resultó infructuosa y esta vía de trabajo también se cerró.
Hace apenas un mes, otra novedad sacudió el entorno de Sonia Iglesias. Si bien, en este caso, se trató simplemente de una cuestión administrativa. La familia de la pontevedresa inició los trámites para que un juzgado declare oficialmente su muerte.
Este expediente se inicia tras cumplirse diez años de su desaparición, como recoge la legislación actual. Un abogado presentó esta petición ante el juzgado de primera instancia número 5 de Pontevedra, en representación del hijo de Sonia Iglesias, ya mayor de edad.
El trámite se inicia ahora porque la familia de Sonia necesita esa declaración oficial de ausencia para tramitar toda una serie de procedimientos administrativos como la herencia de la mujer o la posible solicitud de orfandad de su hijo.
Mientras tanto, la investigación acerca de su desaparición sigue, al menos aparentemente, en 'stand-by'. Eso sí, desde las autoridades reiteran, en cada ocasión en la que se les pregunta, que ningún caso se cierra definitivamente hasta resolverlo. Tampoco el de Sonia Iglesias.