Avistan en Pontevedra una mariposa americana que no estaba registrada en los programas europeos de seguimiento
Por Alejandro Espiño
Vanessa virginiensis. Es el nombre científico de una especie de mariposa que, por primera vez en los programas de seguimiento de mariposas BMS de Europa, ha sido registrada en Pontevedra. El hallazgo ha sido certificado por el Butterfly Monitoring Scheme España, que lo ha incluido dentro de su informe anual 2018.
El naturalista pontevedrés José Rodrigo Dapena ha sido la persona que ha avistado esta mariposa, originaria del continente americano y de la que hasta el momento no se tenían citas en los diferentes programas de seguimiento que se realizan en Europa desde los años 70.
En estos programas participan países como España, Francia, Alemania, Luxemburgo, Bélgica, Holanda, Reino Unido, Irlanda, Suecia y Finlandia, bajo los auspicios de la organización para la conservación de las mariposas Butterfly Conservation Europe, y donde participan además otra serie de países colaboradores como Letonia, Lituania, Eslovenia o Rumanía.
El avistamiento se produjo el pasado 19 de octubre en el ENIL pontevedrés de la Xunqueira de Alba, en el último de los recorridos realizados la pasada temporada por Rodrigo Dapena, miembro de la Sociedade Galega de Historia Natural e integrante del programa de seguimiento de mariposas BMS España dentro del ámbito gallego.
Se trata de una única mariposa entre las cerca de 200.000 contabilizadas por estos programas de seguimiento el pasado año en todo territorio español.
Esta mariposa, conocida popularmente como dama pintada americana, es una potente especie migradora de América del Norte, capaz de alcanzar tierras europeas gracias a las grandes tormentas que se producen en el Atlántico entre septiembre y noviembre.
Sus alas alcanzan una envergadura cercana a los siete centímetros. Por encima, suelen ser de color anaranjado y por debajo, de color marrón brillante. Sus alas delanteras tienen bordes negros y manchas blancas y las posteriores tienen manchas azuladas.
Según el informe publicado, ya se conocían registros de la especie en los archipiélagos de Azores, Madeira o las Islas Canarias e incluso en la propia península ibérica, en su vertiente occidental principalmente, pero no se había registrado ninguno en los 40.000 kilómetros en donde los programas de seguimiento de mariposas BMS de Europa realizan observaciones oficiales y toman muestras para proyectos científicos de investigación.
Con la temporada 2019 ya en marcha, son cuatro los años que el naturalista pontevedrés lleva censando mariposas en su recorrido de apenas poco más de un kilómetro, y donde las labores de conteo han detectado ya la presencia de 35 especies de mariposas diurnas.
Asegura que se trata de una cifra muy destacable para un ecosistema marismeño como el pontevedrés y que espera ir agrandando con el paso de los años, porque explica que hay varias especies con bastantes probabilidades de ser detectadas en un futuro a lo largo de este recorrido.