"Las redes sociales tienen sus riesgos, pero en la gestión de emergencias tienen ventajas innumerables"
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Nos recibe en su despacho de la Academia Gallega de Seguridad Pública (AGASP), la "niña bonita" de la Dirección Xeral de Emerxencias e Interior de la Xunta de Galicia desde que Luis Menor se convirtió en nuevo responsable el 15 de noviembre de 2014, “un regalo” que le llegó con el cargo y que le ha dado "mucho trabajo pero, al mismo tiempo, muchas satisfacciones". Una de ellas ocurrirá este sábado, 20 de junio, con la celebración de las jornadas 'O voluntariado de Protección Civil, elemento necesario no sistema integrado de Protección Civil e Emerxencias', en las que se darán cita 600 voluntarios llegados de toda Galicia, unos 200 de Pontevedra.
Estamos, en su opinión, en la semana grande de la Academia. Es mucho decir en un centro formativo que en los últimos meses se ha dinamizado.
Debido a diversas circunstancias, a que el director ya no fuera presencial aquí, que ya no hubiera secretario, lo cierto es que la academia en el momento en que yo la cojo, en final de año, las actividades habían bajado de una manera importante. ¿Qué ocurre? Yo intento primero formar un equipo sólido, marcar unos objetivos claros y diseñar una oferta formativa y la verdad es que nos ha desbordado. En el momento en que haces una formación adecuada, transparente, en la que se tiene en cuenta al usuario, la gente responde y ha respondido magníficamente. El año pasado pasaron por este centro aproximadamente 5.000 alumnos, esta semana van a pasar cerca de 2.000. Otro dato: el salón de actos se abría tres o cuatro veces al año y esta semana se abre tres veces. Creo que son dos indicadores que demuestran que la Academia ha cogido un ritmo importante y que estamos en el camino adecuado.
Se han sentado las bases de una nueva etapa formativa. ¿Cuáles serán sus ejes?
Donde quizás innovamos más es en materia de emergencias y protección civil. Aquí optamos por dos vías muy claras. Una es que la formación no reglada, los cursos que se hacen aisladamente, fueran orientados a la obtención de la cualificación profesional. Por otro lado, estamos trabajando en dos acciones formativas regladas que constituirían un avance muy importante: ser el centro que impartiera la nueva titulación de grado medio en Salvamento y Socorrismo y el nuevo ciclo de grado medio de Técnico en Protección Civil y Emergencias.
¿No sería necesario formar también al ciudadano para que sepa actuar en esas emergencias y sepa cómo ayudar y no entorpecer en la actuación?
En ese punto, a través de las agrupaciones de voluntarios, estamos sobre todo atentos a cualquier requerimiento. Hay campañas de autoprotección con consejos sobre como actuar ante una emergencia, hay modelos y protocolos disponibles en la página del 112. Esa labor pedagógica se está haciendo. No obstante, una de las cosas que pretendemos es modernizar la comunicación con las nuevas tecnologías y con el ciudadano y del ciudadano hacia nosotros. Hay toda una serie de recursos y nuevas tecnologías que nos pueden ayudar y que estamos explorando.
En estos momentos es casi imposible que ocurra un accidente o un incendio sin que un ciudadano cuelgue un tweet o una publicación en Facebook. ¿De qué forma puede afectar a este nuevo escenario a la gestión de las emergencias?
Ayudar ayuda seguro, lo que que pasa es que tenemos un riesgo importante que es la posibilidad de que las nuevas tecnologías se pueden utilizar indebidamente. Puedes comunicar algo que es real, pero también puedes propagar un bulo que genere una alarma innecesaria y una respuesta que no es necesaria. Ese es un riesgo que nosotros corremos y tenemos detectado y hay instituciones y asociaciones con las que estamos hablando y que nos pueden permitir tener seguridad en eso.
Usted es una persona muy activa en redes sociales, ¿cree que todo el mundo sabe utilizarlas? ¿Cómo se puede mejorar ese uso?
Esa es una de las grandes innovaciones de esta etapa. En redes sociales Emergencias tenía muy poca presencia o prácticamente ninguna. Es cierto que la administración a la hora de participar en las redes sociales tiene que tener en cuenta unos requerimientos que hacen que esa participación sea más lenta o encorsetada que la que podría tener una persona particular, pero somos realistas, nos damos cuanta de que cualquier cosa que hacemos a través de las redes sociales tiene una repercusión inmediata. Acabamos de dar el primer curso sobre redes sociales y emergencias en la Academia y en esta jornada de Protección Civil hay una comunicación específica. Lo que queremos es que esto no sea flor de un día, sino que aquí surja un nuevo diálogo del que podamos detectar cuáles son las necesidades e intereses de las agrupaciones y entre todos marcar una hoja de ruta muy clara. En esa comunicación bidireccional entre lo que hacemos y lo que quieren los voluntarios es donde juegan un papel importante las redes sociales.
¿Cuáles son los principales peligros que usted ve en el uso de las redes sociales en la gestión de emergencias?
Los que vemos todos, que se pueda poner en peligro la privacidad de las personas, que se puedan suplantar personalidades, que pueda haber insultos, bulos, un uso indebido, que se puedan usar con la finalidad de la mentira.
Pese a todo, cree que pueden ayudar...
Sí pueden ayudar. Yo estoy convencido. No soy un loco de las redes sociales, pero sí es cierto que reconozco su utilidad. Creo recordar ahora mismo que no he tenido ningún episodio desagradable o insulto a través de las redes sociales y, sin embargo, muchísimos episodios en los que te sugieren cosas, te dan ánimo. Por lo tanto, mi experiencia en este momento en redes sociales es francamente positiva, es cierto que existen riesgos, pero se pueden controlar. Necesitamos actualizar un poco la imagen de Protección Civil y en esa actualización de la imagen juegan un papel importante un buen uso de las redes sociales. Estamos palpando en primera mano que eso es así. Tienen sus riesgos, evidentemente, pero esos riesgos habrá que minimizarlos y, desde luego, las ventajas que tienen son, a mi juicio, innumerables.
Además de la formación, otro de los ejes centrales de la Dirección Xeral en esta nueva etapa está siendo la prevención de riesgo, con una apuesta por los planes preventivos. ¿Cuál es su línea de trabajo en este campo?
Siempre centramos el foco de la Protección Civil y las emergencias en el operativo que se desencadena cuando ocurre un accidente, pero más importante que dar una respuesta ante un hecho que ha ocurrido es prever. En ese apartado estamos actuando de una manera importante. Como hitos fundamentales, hemos elaborado y puesto en funcionamiento planes de emergencia exterior de industrias que generan riesgo para las poblaciones. Hemos realizado simulacros en Foresa en Caldas y Vilagarcía, por ejemplo... Este año hicimos el plan de protección de Alcoa, en la refinería de Repsol en A Coruña, estamos trabajando en la planta de Lourizán....
¿En qué situación está en estos momentos el plan de prevención de Ence en la fábrica de Lourizán?
Se está elaborando el mismo. En principio hay dudas sobre si hay que hacer un plan exterior o no y estamos trabajando con ello. Otra planificación importante es la que se realiza en materia de incendios forestales. Hemos modernizado el plan, que ya tenía unos años.
Aprovechándonos de las redes sociales, díganos en 140 caracteres cuál es su consejo de seguridad de cara al verano.
Ademas de respetar las normas de autoprotección , desde luego, confiar en el sistema de emergencias.
Y aún le sobran 40.