Será difícil que Pontevedra vuelva a organizar un evento de una magnitud tan grande como el que supuso en 2023 para la ciudad la Gran Final de las Series Mundiales de Triatlón, a no ser que se atreva a repetir la experiencia.
Más allá de la posibilidad abierta tras la prueba, lo cierto es que las finales del Mundial de Triatlón fueron una cita para la historia, y dejaron una imagen que difícilmente se borrará de la memoria de los pontevedreses, la de una ciudad totalmente colapsada para seguir la competición en vivo y mostrarse al planeta como una de las grandes capitales del triatlón mundial.
Los números fueron descomunales. La organización cifró en 40.000 las personas que siguieron en directo en las calles de la ciudad la carrera élite masculina, en la que a nivel deportivo se vivió un gran espectáculo con el triunfo contra pronóstico del francés Dorian Coninx. En la carrera élite femenina la vencedora fue la británica Beth Potter, con una cifra de espectadores ligeramente menor pero igualmente espectacular.
En total compitieron en Pontevedra casi 3.000 deportistas de 63 países, quedando todos ellos prendados de la Boa Vila. Fue así desde los competidores en los grupos de edad hasta llegar a los profesionales. Muchos de ellos de hecho así lo mostraron en sus valoraciones. "La multitud me puso la piel de gallina. Es realmente algo que recordaré durante años", afirmaba por ejemplo el cuarto clasificado en los Juegos de Tokyo, el sudafricano Richard Murray.
Las alabanzas a la capital provincial llegaron también desde la Federación Internacional y Española, defendiendo el máximo representante nacional que "las próximas sedes tendrán que mirar a Pontevedra para marcar cómo tienen hacer una Gran Final", llegó a decir José Hidalgo.
Fue tal la satisfacción que la World Triathlon abrió la opción a volver a traer a Pontevedra las Series Mundiales, su máxima competición. Así lo señaló el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, señalando que "está aberta esa posibilidade", aunque será en cuaquier caso después de los Mundiales Multideporte ya concedidos a la Boa Vila para el año 2025.
A la Gran Final de las Series Mundiales no le faltó de nada. Actividades paralelas con conciertos en la Praza de España, buen clima, emoción, un sentido homenaje a Javier Gómez Noya y hasta polémica e historias desafortunadas, con una amarga medalla de plata para la paratriatleta Susana Rodríguez perdiendo el oro a causa de una polémica sanción y con la caída saliendo del hotel de la única gallega presente en la prueba élite femenina, Sara Guerrero, obligándole a abandonar antes de competir.
La Gran Final de las Series Mundiales fue un reto organizativo descomunal, en el que fue necesario el trabajo de hasta 1.500 personas, con cerca de 800 voluntarios que completaron el operativo en diferentes labores. Hasta 80 de esos trabajadores fueron desplegados por Radio Televisión Española, que ofreció la señal internacional en directo de las principales carreras para más de medio mundo. Todo un escaparate en el que la gran vencedora fue Pontevedra.