Un coche mortuorio abría el paso de la procesión que vendedores ambulantes realizaron en la tarde de este miércoles por las calles de Pontevedra. Con ella ironizaban sobre la corta vida de la propuesta del gobierno local de trasladar el mercado ambulante a la avenida de Buenos Aires, medida que solo duró dos sábados al no instalarse los puestos por parte de los feriantes.
Al mismo tiempo, el colectivo mantiene su reividicación de recuperar la Alameda como ubicación habitual de los sábados, aunque ya han aceptado trasladarse, después de tres meses sin actividad, a la Rúa Rafael Areses donde está previsto que se desarrolle la feria este sábado 14.
La comitiva en la que participaron 16 vehículos contaba con la participación de vendedores vestidos de luto que plañían acusando a Anabel Gulías, concejala de Promoción Económica, de querer destruir la feria ambulante con las medidas adoptadas durante los últimos meses.
Los participantes recorrieron el centro de la ciudad causando retenciones de tráfico en el entorno de Barcelos, San Antoniño o Perfecto Feijóo a su paso.
Finalizaron la acción reivindicativa con la lectura de un manifiesto en que hacían referencia al artículo 14 de la Constitución en el que se hace referencia a que todos los españoles son iguales ante la ley sin discriminación alguna y al artículo 35 de la Carta Magna en la que se establece el derecho y el deber al trabajo de la ciudadanía con una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de sus familias.
Los manifestantes mantienen su esperanza y afirman que "aunque parezca que nada pueda devolver la hora de esplendor bajo los árboles de la Alameda, no nos afligiremos sino que encontraremos fuerzas en lo que queda atrás apuntando con nuestras armas a lo que está por delante" concluyendo con el grito de 'Feira na Alameda'.