Uno de los grandes anuncios que ha dejado el encuentro institucional que han mantenido este martes el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, y el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, tiene a la carretera PO-546 como gran protagonista.
Sabida era la intención del gobierno gallego se acometer una reforma integral de esta vía, la conocida como carretera vieja a Marín, en la que su tramo final, el que une el núcleo de Estribela con el municipio marinense, estará muy pronto en obras.
A ello, la Xunta sumará casi 8 millones de euros para completar la reurbanización de esta carretera, desde su salida de la ciudad de Pontevedra en Mollavao, cuyo proyecto de reforma se presentará a los fondos europeos Next Generation.
La principal novedad, según ha confirmado Rueda tras su entrevista con el alcalde, es que debido al carácter eminentemente urbano que tiene esta carretera, la Xunta prevé cederla al Concello para que sea éste el que asuma su titularidad y su futura conservación.
Sería toda la PO-546, entre Mollavao y Marín, han apuntado ambos dirigentes.
Atendiendo a esa futura cesión, la Xunta se ha comprometido a definir, de acuerdo con el Concello, los criterios bajo los que se reformará esta carretera. "O lóxico é que se van a asumir a estrada se lles consulte e sexan partícipes do proxecto", ha subrayado Rueda.
A este respecto, Fernández Lores ha avanzado que el Concello, teniendo eso en mente, "non queremos beirarrúas dun metro", sino dotar a todo el vial de un carácter de travesía urbana, con criterios similares a las actuaciones de reforma urbana realizada en la ciudad.