En medio de una situación sanitaria "sin precedentes", como reconoce el Gobierno, el ejecutivo de Pedro Sánchez ha aprobado una serie de medidas para actuar "con eficacia y determinación" para paliar los efectos que la crisis del coronavirus tiene en la economía.
"Nuestro esfuerzo debe estar como mínimo a la altura del esfuerzo de todos los españoles", ha señalado Pedro Sánchez, que ha garantizado que "no vamos a dejar a nadie atrás" ante el "shock" que representa el "frenazo en seco" de la economía española.
Así, el Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto, que según Sánchez "es el mayor que se aprobado en democracia" para crear un "escudo social y económico" en nuestro país, en colaboración con los empresarios, los sindicatos y todos los partidos políticos.
"Tenemos que actuar unidos y ser contundentes", ha explicado el presidente, para frenar la caída de la producción y el empleo, "doblegar" esta curva descendente y poner las bases para que la economía "se recupere y se relance" cuando termine esta pandemia.
En total, las medidas aprobadas por el Gobierno supondrá movilizar unos 200.000 millones de euros, el 20% del PIB español, de los cuales 117.000 millones serán "íntegramente públicos" y el resto serán recursos privados. Será un esfuerzo "enorme y decidido", según Sánchez.
Así, junto con la moratoria en las hipotecas, anunciada hace apenas unas horas, el Gobierno ha aprobado varias medidas para apoyar a todos los trabajadores y evitar que esta "crisis temporal", como la ha definido el presidente, tenga un "impacto negativo y permanente" sobre el mercado laboral en nuestro país.
A este respecto, Pedro Sánchez ha anunciado que se flexibilizarán los expedientes de regulación temporal de empleo, los conocidos como ERTE. Serán considerados de "fuerza mayor" y todos los trabajadores tendrán derecho a cobrar el paro aunque no cumplan los requisitos para ello y, además, este periodo no computará a efectos de cobros posteriores.
Los autónomos, por su parte, también podrán acogerse a las prestaciones por cese de actividad, que será compatible con la suspensión de los pagos de sus cuotas a la seguridad social. Todo ello, además, será compatible con la aprobación de un ERTE, para facilitar que puedan cobrar "con rapidez" en caso de dificultad económica.
Además, se permitirá que los trabajadores puedan adaptar o reducir su jornada laboral, hasta un 100% de la misma, para conciliar o cuidar de familiares; y se decreta el teletrabajo como fórmula laboral "fundamental" siempre que sea posible.
Ante esta situación, el presidente del Gobierno ha hecho un llamamiento a las empresas para que durante toda esta crisis sanitaria no despidan a los trabajadores, porque ha recordado que "los seguirán necesitando cuando se recupere la situación habitual".
Para ello, ha anunciado que en el caso de presentar un ERTE las empresas quedarán exoneradas de pagar las cuotas a la seguridad social para "aliviar" sus cargas financieras y poder recuperar los actuales niveles de empleo "cuanto antes"; y se articularán mecanismos para impedir que otros países adquieran entidades en sectores "estratégicos" aprovechando su caída de valor.
A mayores, España se ha comprometido a proporcionar a todo el tejido empresarial del país de "toda la liquidez que necesite" para que no tengan problemas de solvencia y que se mantenga el empleo y la actividad económica. Habrá así una línea de avales de 100.000 millones de euros y el Estado será el "garante" de estas operaciones y se podrán reestructurar créditos.