David de la Fuente é mariñeiro. Emilio Estévez patrón do Estela. Son só dous dos afectados polo peche do caladoiro cefalopodeiro de Mauritania. Levan máis de dous meses en terra, sen traballo, esperando por unhas indemnizacións que parecían pactadas co Goberno pero que non rematan de chegar.
"El director del banco viene a primeros de mes a llamar, mira que me debes el piso, me debes el coche"
"En casa se come todos los días. Yo tengo dos críos y mujer, y el director del banco viene a primeros de mes a llamar, mira que me debes el piso, me debes el coche". Son as impresións de Emilio. El está cobrando a prestación por desemprego, pero moitos dos tripulantes, di, no teñen esa opción, "un compañero tiene un hijo en la universidad. Sin paro, sin ayudas, ¿qué hace? ¿Se trae a su hijo para casa y se pierde la oportunidad de estudiar, su futuro? Al final se tiene que buscar la vida fuera".
Sin embargo o de marcharse non é una opción real para eles. "Aquí en Marín no nos quedan alternativas. Lo único es trabajar en barcos de bandera extranjera, en terceros países, pero las condiciones de vida son muy inferiores y no nos compensa". ÿ o que defende David, tripulante dun buque con bandeira italiana afectado tamén pola medida acordada na Unión Europea.
Os dous critican o peche do caladoiro, "nosotros le presentamos un estudio hecho por el Instituto Oceanográfico Español y el resultado es todo lo contrario a lo que dicen, hay mucho más pulpo y de más calidad que hace dos años". "Dicen que el caladero está sobrexplotado sin ninguna prueba".
"Prefieren pagar a los armadores un desguace y olvidarse de la pesca, un problema menos"
Ningún deles ve nas axudas unha solución, só un pequeno parche. O problema de fondo é poder pescar de novo, "aunque las ayudas sean de 6 meses o prorrogables a un año, si no tenemos expectativas de que se vaya a resolver el acuerdo al final estamos destinados a no trabajar". O patrón do Estela é incluso máis duro, "nosotros quisiéramos que volviesen a salir los barcos al mar, pero no veo muchas ganas de negociar. Prefieren pagar a los armadores un desguace y olvidarse de la pesca, un problema menos".
Son 20 as embarcacións afectadas en todo O Morrazo, 12 soamente no porto de Marín, "la pesca aquí se queda en nada. Este muelle estaba siempre lleno de barcos. Ahora está muerto. Marín se muere".