Mientras se desarrolló la campaña electoral, presumiendo unos resultados que al final no se produjeron, decidí saciar mi sed de lectura con un libro que he terminado un día después de la jornada de votaciones. Mientras tomo café escucho a una pareja en la que él, muy alterado con el resultado habla de Cataluña, País Vasco, Perro Sanxe, mientras ella intenta tranquilizarlo: ¡bueno, bueno, que haya paz!. No tengo ninguna duda, de lo que versará el artículo de esta semana.
Repleto de simbolismos, metáforas y sensaciones que la escritora Maggie O´Farrell y los personajes de Hamnet experimentan, te abstraes de todo y acabas enganchado a los olores, sabores, colores, el campo, las hierbas, la vida con sus encuentros y desencuentros.
El relato, te atrapa de tal manera que no puedes dejarlo. Sin darte cuenta entras en un mundo de fantasía, en otra época, en una nueva dimensión. Sonríes, lloras y, empiezas a ver la vida desde otra perspectiva, te sientes fortalecido con la magia latente del corazón de Agnes una de las protagonistas.
Amigos y amigas leer entrena el cerebro, nos mejora como personas y sobre todo fomenta nuestro pensamiento crítico. No todo es blanco o negro. En Hamnet, parece que la vida de los personajes se va a desarrollar de una manera pero no, la escritora nos sorprende con giros, misterios, y ahonda en las pequeñas cuestiones de nuestra existencia: la familia, el afecto, el dolor, la pérdida.
No quieres que la historia se acabe nunca. En definitiva, consigues lo que es fundamental en estos momentos, evadirte del mundanal ruido. Hamnet, un libro muy recomendable y saludable. Cuestión de higiene mental.