19 de marzo, San José, día del padre en España

19 de marzo 2024
Actualizado: 18 de xuño

Tuve el mejor padre del mundo: todos los días llegaba del trabajo y revisaba que tuviésemos hechos los deberes, y después nos tomaba la lección uno por uno a los tres hijos, empezando por mí, que soy la mayor. Cuando en las casas no había ordenadores, mi padre compraba fascículo a fascículo enciclopedias de arte, historia, geografía, flora y fauna, idiomas, medicina... 

Recuerdo el primer regalo que hice en el colegio por el día del padre: un cenicero de barro hecho a mano. La profesora nos dijo que teníamos que esperar a que se secase y se pusiese duro antes de pintar el interior con pintura roja. Mi hermano de 4 años, un año más joven que yo,  también hizo uno. Cuando llegamos a casa, los dos hermanos tuvimos una conversación acerca del cenicero de barro. Él argumentaba que la profesora había dicho que, en cuanto estuviese seco, el cenicero ya no se rompía y, para apoyar su argumento, cogió mi cenicero y lo arrojó al suelo. No recuerdo qué me dijo mi padre para calmar mi disgusto y parar mis lágrimas, pero seguramente sería algo como que el mejor regalo era muchos besos y abrazos. Hoy, casi cincuenta años después, daría lo que fuese por poder darle esos besos y abrazos. 

Tuve el mejor padre del mundo: todos los días llegaba del trabajo y revisaba que tuviésemos hechos los deberes, y después nos tomaba la lección uno por uno a los tres hijos, empezando por mí, que soy la mayor. Cuando en las casas no había ordenadores, mi padre compraba fascículo a fascículo enciclopedias de arte, historia, geografía, flora y fauna, idiomas, medicina... Su obsesión era que sus hijos tuviesen a su alcance la mayor cantidad de libros posible, que estudiasen, que tuviesen una carrera universitaria. También que viajasen y ampliasen su visión del mundo: nos metían a los tres hijos en el coche y a viajar: la Alhambra de Granada, Toledo, París,... Era un padre duro y exigente, pero también muy cariñoso.

El otro día se celebró la ceremonia de entrega de los Óscar. El presentador de la gala hizo un chiste sobre los problemas con las drogas de Robert Downey Jr., uno de mis actores favoritos desde Air America (increíble banda sonora) y que es un año mayor que yo. Puede que sea porque yo no he nacido en Estados Unidos e igual no entiendo su sentido del humor, pero a mí me parece de mal gusto hacer un chiste sobre algo tan terrible. Pero no pensé en eso cuando vi la noticia. Tampoco pensé en que el chiste caducó hace 20 años -que son los años que lleva sin consumir drogas  el Sr. Downey, por lo visto-. En lo que pensé, fue en que seguramente el presentador de la gala había tenido un buen padre y no un padre como el que tuvo Robert Downey Jr. Pensé en lo optimista y cariñoso que era mi padre, en que siempre estaba ahí cuando tenías un problema, con 5 años y con 50. Y caí en la cuenta de que el mismo año que el padre del Sr. Downey introducía a su hijo de 6 años en las drogas dándole marihuana, mi padre abrazaba y besaba a una niña de 5 años que lloraba desconsolada por un cenicero de barro hecho añicos sobre el suelo. 

Feliz día del padre, Apá Tuchiño.

 

Anxos Loureiro Fontán