Traspunte. Turismo en tiempos de COVID-19: política turística

03 de outubro 2020
Actualizado: 18 de xuño 2024

Si el amor fructificó en los tiempos del cólera, el turismo también puede renacer en tiempos de COVID-19. Larga vida al turismo.

El pasado 27 de septiembre se celebró el Día Internacional del Turismo. Con los tiempos que corren el turismo no está para celebraciones pero que la efeméride sirva para evocar tiempos mejores, pensar en la recuperación de esta actividad y para poner en valor al turismo que da empleo a 1 de cada 10 personas a nivel mundial y que constituye un pujante sector de gran impacto en la economía mundial. En Galicia, según datos del Clúster Turismo de Galicia, esta industria representa algo más del 10% del PIB.

Celebrado desde hace 40 años e impulsado por la Organización Mundial del Turismo(OMT) la actual edición ha tenido como tema Turismo y desarrollo rural conectando así esta industria con la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Este año por las especiales circunstancias del COVID-19 lo del turismo sostenible se ha erigido como la vacuna del sector. Turismo sostenible es el resultado de la combinación de medioambiente, patrimonio cultural y economía. Esto es, desarrollar una industria turística estable y rentable que garantice el desarrollo de comunidades y países, que preserve y ponga en valor la cultura del destino turístico y que a su vez respete y proteja el medioambiente.

El turismo sostenible queda muy bien en el papel pero transformarlo en realidad es otra cosa. De telón de fondo se precisa una estrategia y una política turísticas que se sustenten sobre unas sólidas relaciones de colaboración y coordinación entre las diferentes entidades relacionadas con la gestión de destino. En tiempos de COVID-19 contar con una política y estrategia turística ancladas en el turismo sostenible posiblemente hubiera ayudado a alcanzar mejores resultados esta temporada de verano y lo que resta de año pero contar con ello requiere un trabajo previo y es mucho más que disponer unas bonitas fotografías y unos costosísimos videos publicitarios de un destino turístico.

Reactivar la economía y mantener la salud es una tensión incesante en las actuales condiciones. En esta crisis sanitaria se ha manejado la demarcación territorial de área epidemiológica y hubiera sido deseable que la tímida reactivación del turismo se hubiera realizado a partir de esta idea. Lo que implicaba permitir los desplazamientos entre áreas sanitarias en situaciones homogéneas. La pronta apertura al turismo internacional dio mucho que hablar pero es sabido que el turismo internacional genera más ingresos que el turismo nacional.

Las estadísticas del sector tal vez deberían medir los beneficios económicos comparando estos con los gastos sanitarios y pérdidas económicas como consecuencia de nuevas hospitalizaciones, tratamientos y bajas laborales.

Porque el COVID-19 es la nueva enfermedad ocupacional de la presente década y una auténtica pandemia para el empleo en la industria turística.

Se hubiera esperado en estos tiempos una mayor, mejor y clara apuesta por el turismo nacional. En consonancia con el resto de Galicia, la provincia de Pontevedra, cuenta con un alto porcentaje de visitantes procedentes de Galicia y de otras Comunidades Autónomas y, un escaso 5% de turismo internacional. La provincia en comparación con Lugo y A Coruña tuvo datos algo más halagüeños en cuanto al número de visitantes Pero lo cierto es quien decidió hacer turismo nacional lo hizo al margen de cualquier estrategia adoptada por las organizaciones de gestión de los destinos turísticos.

Galicia tiene importantes ventajas que se han demostrado valiosas en estos tiempos de crisis como la baja dependencia del turismo internacional aunque más tarde o más temprano asistiremos a una redefinición de estos porcentajes. Un atributo distintivo, es la diversificación de la oferta sobre la que es preciso trabajar para relanzar la industria turística. Por otra parte, los datos de la pandemia en la Comunidad han sido moderados con respecto a otras comunidades. Los turistas en tiempos de crisis necesariamente valoran las condiciones epidemiológicas y de seguridad sanitaria en el destino. Un número de atención telefónica al turista, ayuda pero no suficiente.

En el sector turístico, como en todo, es cuestión de poner empeño. La improvisación es algo que juega en contra, por lo que planificación estratégica, la gestión eficaz de los componentes de destino, y un claro posicionamiento, se hacen necesarios máxime en este escenario de crisis sanitaria que se prevé se alargará en el tiempo.

Si el amor fructificó en los tiempos del cólera, el turismo también puede renacer en tiempos de COVID-19. Larga vida al turismo.