La degradación ambiental tiene una influencia directa en la salud, siendo el cambio climático la principal amenaza ambiental para la salud planetaria, cuya lucha pasa por la adaptación y mitigación. El futuro del planeta está en nuestras manos, y si continúan las agresiones del hombre a la naturaleza, ésta se rebelará con destrucción, como ha ocurrido con las danas (análisis de riesgo en zonas afectadas).
Tenemos por delante el desafío de construir ciudades más saludables, sostenibles y resilientes. Urge abordar la contaminación atmosférica urbana (7 millones de muertes al año), abandonando el uso de los combustibles fósiles y potenciando el uso de las energías renovables y la movilidad sostenible. Mayor vigilancia y control del ruido ambiental urbano (mapas sonoros y encuestas). La sostenibilidad de las aguas y la prevención de residuos (transformar los residuos en recursos) pasa por impulsar la economía circular. La implantación de cualquier proyecto empresarial de envergadura tiene que ser compatible con el respeto al medio ambiente y a la salud de la población, disponemos de instrumentos de gestión ambiental y tecnologías de saneamiento de última generación.
El reto ambiental de Galicia para el siglo XXI dependerá de que la gobernanza ambiental de los concellos gallegos camine con paso firme hacia la sostenibilidad, pero necesitan más recursos. Puesta en valor del patrimonio natural gallego y de la balneoterapia como recurso de salud, que es preciso potenciar al servicio de la sociedad, sin olvidarme del Camino de Santiago, que recupera su esplendor; son algunas de las fortalezas de Galicia como destino turístico sostenible de primer orden.
La pandemia por coronavirus, con 7 millones de muertes, nos obliga a estar preparados ante la amenaza de nuevas pandemias, para que cuando llegue la próxima, podamos afrontarla con rapidez y eficacia. En la medida que nos preocupemos de cuidar la naturaleza y proteger la biodiversidad, contribuiremos a minimizar el riesgo de pandemias. Se necesita un nuevo enfoque de salud de cara a prevenir las enfermedades de la civilización actual, siendo determinantes los factores de riesgo ambientales y los estilos de vida inadecuados. La alimentación correcta y equilibrada, la práctica de ejercicio físico y llevar un estilo de vida saludable son aspectos que contribuirán a proteger y mejorar nuestra salud.
Construir un mundo nuevo es el gran desafío que tenemos por delante, lo cual solo será posible si hay paz e igual dignidad para todos, donde las palabras guerra, destrucción, violencia, corrupción, pobreza, dejen de existir. Menos inversiones en armamento y destinar más recursos a los más necesitados, que se respeten los derechos humanos, que la justicia sea justa. Que resurja el arte noble de hacer política, el mundo actual necesita líderes ejemplarizantes capaces de entregar su vida a grandes ideales al servicio del bien común, para afrontar los desafíos que se plantean en este libro, ese día ganaremos el futuro y las generaciones venideras nos lo agradecerán.